En el aniversario 152 del natalicio de Vladimir Ilich Lenin, la histórica colina que perpetúa su nombre en el municipio habanero de Regla acogió este viernes a la tradicional concentración popular como parte de las actividades por el Primero de Mayo en todo el país.
Cuba Vive y Trabaja, lema central de la conmemoración, enarbolaron miles de trabajadores en representación de todos los sectores del territorio ultramarino y de otros municipios capitalinos, junto a estudiantes y pueblo en general que se dio cita allí con los colores patrios y portando banderas cubanas e iniciativas de propaganda alegórica a la efemérides proletaria.
Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y Joel Queipo Ruiz, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido presidieron, junto a otros dirigentes, la entusiasta, colorida y compacta movilización iniciada con la colocación de una ofrenda floral ante el complejo escultórico erigido en memoria del guía de la Revolución de Octubre, en 1917.
Como reconocimiento a actitudes altruistas y sobresalientes en centros de aislamiento, distribución de alimentos, en Zonas Rojas, hospitales y otras en tareas de apoyo al enfrentamiento a la COVID-19 y en ocasión del cumpleaños 60 de la Unión de Jóvenes Comunistas, fueron entregados el Sello al humanismo y la condición “Los que aman y fundan” a trabajadores y colectivos destacados.
Alfredo Vázquez Pérez, secretario general de la CTC habanera, en las palabras conclusivas, reafirmó la convocatoria del movimiento sindical a desarrollar los actos por la fecha del proletariado mundial en una Cuba que vive y trabaja y que desde la resistencia creativa y bajo el principio irrenunciable de la unidad de la clase obrera continúa construyendo una nación soberana, independiente, próspera y sostenible.
Destacó el extraordinario esfuerzo, capacidad movilizativa y solidaria de los colectivos laborales y el pueblo en general demostrada durante en el enfrentamiento a la pandemia que junto al invaluable papel del personal del sistema de salud pública, de la ciencia revolucionaria y en especial de nuestros científicos han salvado una nación.
El escenario que enfrenta la nación –puntualizó- nos reclama a convertir a cada centro de trabajo, barrio o proyecto en una trinchera donde defendamos con tenacidad la parte que nos corresponde a cada cual en el cumplimiento de los compromisos productivos, la aplicación de la ciencia y la innovación, la eficiencia del proceso inversionista, el impulso a las exportaciones, la sustitución de importaciones y convertir el buen hacer en un sentido de la vida.