El mayor (r) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y protagonista de la victoria en Playa Girón, Abel Vázquez Caballero, cumplirá 81 años de edad el venidero 21 de septiembre y “el Primero de Mayo volveré a la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García, porque este es ahora nuestro Girón”, dice emocionado y asegura que no ha faltado a ninguna de estas citas con la Patria desde el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959.
El tiempo transcurrido desde su nacimiento no ha hecho mellas en su espíritu de combatiente fiel e inclaudicable en favor de la Revolución y de las causas justas de los pueblos, las mismas que motivan a millones de cubanos en esta trascendental fecha del proletariado mundial.
Su trayectoria de lucha le imprime fuerza y poder a su llamado a la movilización masiva en respuesta a la convocatoria hecha por la CTC a todos los trabajadores y sus familiares, con objetivos muy claros que enfatizan en labores vinculadas con la recuperación económica del país, la defensa de la soberanía nacional y la solidaridad internacional.
Porque Abel Vázquez Caballero, en 1958, a los 14 años de edad buscó y encontró en las filas del Ejército Rebelde espacio para encauzar sus ideales y brindar sus aportes a los esfuerzos por la redención nacional.
Oriundo de la serranía oriental, rememora las veces que el Líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, visitó y pernoctó en su casa antes del triunfo de enero de 1959, y como él, a hurtadillas, escuchaba las conversaciones del Comandante en Jefe con sus padres y cada vez simpatizaba más con las ideas que motivaban a los “barbudos”.
Recuerda que cuando le dijo a su mamá que se iba a incorporar al Ejército Rebelde, ella dudó que lo aceptaran por su corta edad.
Y fue tanta su insistencia y las demostraciones de su decisión que no hubo manera de rechazar su ingreso al grupo que combatía contra la dictadura de Fulgencio Batista en la Sierra Maestra, en el oriente cubano.
Ya integrante de la Columna 1, distingue como su bautizo de fuego los 11 días en la Batalla de Guisa y tiene muchas anécdotas para contar, incluidas las relacionadas con el enfrentamiento a las fuerzas mercenarias en la arenas de Playa Girón, donde el imperialismo yanqui sufrió su primera gran derrota en América Latina. También dejó su huella en la lucha contra bandidos en El Escambray en los primeros años de la década de los años 60.
Ahora, con la inminencia del Primero de Mayo, califica ese momento “como una oportunidad para demostrar la unidad de la inmensa mayoría del pueblo cubano en torno a la Revolución, a sus líderes históricos y a quienes como expresión genuina de continuidad mantienen en alto las banderas de la Revolución y su proyecto de justicia social”.
Con su sabiduría natural, Abel Vázquez Caballero invita, sugiere acercarse a las páginas de gloria escritas por las generaciones pasadas: “A la juventud, al pueblo, les digo que la historia hay que conocerla para dar las respuestas más acertadas ante cada desafío”.
“Las plazas son, ahora, otro buen escenario para apoyar los esfuerzos del Gobierno, el Partido, la CTC, de todas las instituciones y del pueblo en el afán de construir la sociedad socialista próspera y sostenible a la que aspiramos”, enfatiza en la despedida.