Representantes de las 10 centrales sindicales y de numerosos sindicatos se reunieron en São Paulo este 7 de abril para activar, por tercera vez en la historia de Brasil, una plataforma unitaria de acción obrera de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo. Esta convocatoria a la Conferencia Nacional de la Clase Obrera (Conclat) viene precedida por un escenario de regresión política y caos económico que ha dejado a la nación con un 25 % de desempleo más la miseria y exclusión social que ello representa.
La primera Conclat tuvo lugar en agosto de 1981, durante la dictadura militar. Reunió a más de 5 mil sindicalistas de todo Brasil, quienes exigieron mejores salarios, salud y seguridad en el trabajo, libertad sindical, democracia, reforma agraria…
La segunda edición ocurrió el 1.º de junio del 2010, en el estadio Pacaembu, donde se encontraron más de 20 mil dirigentes sindicales. Se vivía entonces el último año del Gobierno de Lula da Silva, quien salía airoso de la crisis económica internacional del 2008 tras recuperar el PIB desde -0,6 %, en el 2009 hasta 7,5 %, en ese año.
“En mi país este Primero de Mayo estará marcado por esa Conclat, donde los sindicatos y centrales sindicales hemos presentado a los candidatos a las elecciones de octubre próximo una plataforma de transformación progresista”, aseguró a Trabajadores, Arlei Medeiros, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Química de São Paulo (Fetquim-SP) y director del Sindicato Químicos Unificados.
“Este será un espacio sindical para derrotar a (Jair) Bolsonaro y al bolsonarismo, esa es la principal tarea de los trabajadores este año”, confirmó.
“Solo un gobierno progresista podría cambiar la política económica actual, hacer inversiones públicas, respetar el derecho de sindicalización, revisar las reformas que se han aprobado y que van contra el pueblo, y ser aliado de los trabajadores, refiere. Somos muy optimistas, creemos que Lula es el candidato con más posibilidades de ganar, pero la tarea no será fácil, tendremos que estar bien preparados y buscar cada voto de nuestra clase para garantizar la victoria”.
Interrogado acerca de los principales frentes de lucha de su sindicato, Arlei añadió que además de las luchas inmediatas por mejores salarios y ambiente de trabajo, se emplean duro para producir alternativas de ingresos: “Lo hacemos fomentando la agroecología y toda su cadena productiva. Queremos avanzar en la producción de alimentos libres de sustancias y fertilizantes químicos; generar nuevos valores y negocios sociales, aunque sean pequeños. Para ello creamos puntos de venta, microcréditos, cooperativas de ahorro y crédito, brindamos asistencia técnica. Operamos en toda la cadena agroecológica y productiva orgánica. Nuestro propósito es que en lugar de solo reclamar, podamos labrar la emancipación por caminos propios”.
De Cuba, nación que ha visitado en dos ocasiones, admira su “historia de lucha, resistencia y la resiliencia de esas hermosas personas que hicieron la Revolución, la han mantenido por tanto tiempo, y han conseguido superar dificultades e inspirar a hombres y mujeres a realizar sus sueños.
“Desde muy joven conocí de la historia de ustedes y quedé impactado por la figura de Camilo Cienfuegos”, narra el líder sindical. “En su memoria, el rancho donde vivo se llama Camilo. A la comunidad agroecológica donde estamos enclavados la nombré Sierra Maestra en honor a esas lomas que sirvieron de albergue y refugio de los revolucionarios. Cuba y su gente han estado y están presentes en mi vida y en la de mi familia. Cuba ha sido siempre mi inspiración.
“Actualmente hemos estrechado relaciones con la CTC, somos compañeros en la Federación Sindical Mundial, y desde ahí también trabajamos por construir una red de solidaridad internacional clasista e intersindical. Somos socios en este camino hacia un mundo justo e igualitario”, concluyó.