Este martes ha fallecido en La Habana el escritor y editor cubano Ambrosio Fornet Frutos. Ciudadano notable de nuestra República de las Letras, deja un legado inmenso para la cultura cubana. Para muchos él fue referente indiscutible en debates y polémicas. La suya fue una voz preclara, puso puntos sobre íes pero lo hizo con una nobleza y una serenidad ejemplares. La historiografía del libro cubano, del movimiento editorial, le debe no pocos aportes. Su obra como editor en varias instituciones fue pródiga. Ha fallecido un cultor de las letras.
Narrador, ensayista, investigador, guionista de cine y editor… no hay ámbito literario que le hubiera sido ajeno. Académico, profesor y conferencista en universidades cubanas y extranjeras, consagró buena parte de su obra a la atenta relectura de obras significativas de la literatura cubana, haciendo énfasis en las diásporas. Ese cuerpo teórico ha sido punto de partida de numerosas periodizaciones y acercamientos críticos. Fornet fue formador de varias promociones de intelectuales.
Sus lecturas y viajes de adolescencia y juventud solidificaron una base cultural sólida… y su perspicacia y permanencia le permitieron formular juicios que han contribuido a la consolidación de claras jerarquías.
La promoción de autores y obras esenciales de la literatura cubana y universal mediante la conformación y asesoría de colecciones editoriales también distinguió su itinerario profesional.
Fue un respetado crítico literario, y su labor en ese sentido está recogida en varios volúmenes y en numerosas publicaciones especializadas.
Acuñó varios términos que de alguna manera han marcado derroteros en los estudios culturales cubanos: «Quinquenio gris», «literatura de campaña»… se han naturalizado, forman parte de debates permanentes, integran análisis y compendios…
Él siempre apostó por el diálogo, amaba las tertulias, los coloquios, las presentaciones de libros… toda oportunidad de intercambiar, de mover ideas.
Los Premios Nacionales de Edición y Literatura reconocieron un ejercicio serio, comprometido. Las instituciones culturales contaron siempre con su apoyo. Conoció y compartió con grandes figuras de las artes y las letras. Fue un trabajador incansable. Ambrosio Fornet sembró y esos frutos se cosecharán por mucho tiempo.