Al arribar a sus 58 años de fundada, la Casa Matriz de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) ratificó la condición de Vanguardia Nacional que confiere la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) a los colectivos laborales con sobresalientes resultados en el cumplimiento de sus indicadores en la esfera de los servicios o la producción y el desempeño en las tareas sindicales.
El certificado que así lo acredita por segundo año consecutivo fue entregado por Katia María Rodríguez Ramos, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC) durante un acto efectuado este jueves en el Museo de la denuncia, en La Habana.
Agasajos tuvieron quienes recibieron la Distinción Raúl Gómez García, galardón que otorga el SNTC afiliados con 25 o 20 años de permanente y destacada trayectoria en el sector; el carné militante del Partido Comunista de Cuba y el trofeo Unidos los que aman y fundan en ocasión de conmemorarse este 4 de abril el cumpleaños 60 de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)
Juventud y experiencia en un mismo colectivo
Para Lázaro Alfonso Pérez, la celebración de este acto constituyó momento de orgullo al recibir el referido trofeo que distingue a jóvenes que como él merecen el reconocimiento moral por sus aportes y relevantes resultados en su responsabilidad laboral, destacado quehacer revolucionario y social y enaltecen el valor ético y productivo del trabajo en la sociedad.
El es el primero del sector de la cultura en el país que lo recibe. Graduado de Informática, labora como especialista en la dirección de exportaciones de la EGREM y comenta que es uno de los 20 acreedores de ese estímulo en La Habana. “Considero que lo recibí porque tuvieron en cuenta mis cualidades como parte de las filas continuadoras de la Revolución. Es algo que me motiva a la realización de nuevas tareas por el porvenir del sistema de nuestra cultura”, expresó.
Más de 30 años de permanencia en la EGREM acumula Marilyn Borrajo Pérez. Desde que culminé los estudios universitarios, mi vida como trabajadora ha transcurrido completa aquí. “La mayoría de los que estamos en la oficina central no somos músicos de formación, pero tenemos la responsabilidad de, con amor y dedicación, hacer posible su permanencia y desarrollo a través del tiempo”.
A este colectivo le doy las gracias por acogerme y por existir, subrayó tras evocar a compañeros que no están físicamente y recordarlos con por su dedicación y amor.