La selección cubana de fútbol volvió a la cancha en este parón de fecha FIFA, tras varios meses de inactividad y en un lapso de tres días sostuvo partidos amistosos con sus similares de Guatemala y Belice, contra los que encontró una derrota y una victoria, respectivamente.
Más allá de los resultados, la importancia radicó en la convocatoria del equipo. A los nuevos legionarios se sumó el tan esperado Marcel Hernández, diez años después de su última ocasión vistiendo la casaca isleña.
El ariete del Cartaginés, en Costa Rica, regresó por la puerta ancha a la selección, pues marcó doblete en el partido ante Belice. Dicho encuentro concluiría en victoria 3-0 para Cuba, con un gol de Karel Espino, su primero bajo el uniforme de las cuatro letras.
Aunque el representativo nacional paseó la distancia ante un conjunto de menor nivel, la inoperancia del primer amistoso ante Guatemala no pudo ser opacada. La derrota de un gol por cero deslució lo que se antojaba como una oportunidad para dar el golpe sobre la mesa.
El resultado quizás pueda justificarse con la ausencia de nombres como Onel Hernández, Yosel Piedra o Jorge Luis Corrales; sin embargo, el mal juego desplegado significó un retroceso en la progresión mostrada en la primera ronda de la eliminatoria mundialista, a pesar de la eliminación.
Sin dudas, al director técnico Pablo Elier le queda mucho trabajo por realizar con la defensa, culpable directa del gol por un error en la salida; así como en el mediocampo, que se vio nulo durante los noventa minutos en generación de juego.
El equipo cubano no presenta más partidos durante los restantes meses del año. El calendario internacional no incluye más parones FIFA, pese a ello pudieran efectuarse otros amistosos con la debida coordinación.
De igual manera, el fútbol nacional seguirá en la órbita del panorama, puesto que este sábado retorna a la acción el Torneo Apertura, el cual se encuentra en la recta final con solo siete jornadas por discutir.
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