Por Charles McKelvey*
Más de 230 intelectuales y activistas por la paz de Canadá y Estados Unidos se reunieron el 14 de marzo en un seminario web de Zoom titulado La crisis de Ucrania: ¿Cuál es la causa, Rusia o Estados Unidos/OTAN?
El evento, transmitido en directo por Facebook, contó con un panel bilingüe (inglés y francés, con traducción simultánea) y había sido convocado por la Coalición Hamilton para Detener la Guerra (Canadá) [Hamilton Coalition To Stop The War].
El intercambio estuvo copatrocinado por la Coalición Nacional Unida contra la Guerra de los Estados Unidos [United National Ant-War Coalition(US)]; el movimiento canadiense Fuego Esta Vez por la Justicia Social [Fire This Time Movement for Social Justice (Canadá)]; la movilización contra la Guerra y la Ocupación [Mobilization Against War and Occupation (Canadá)]; la Tribuna del Orinoco (Venezuela); el Centro de Acción Internacional Estadounidense [the International Action Center (US)];el Grupo Manifiesto Internacional[International Manifesto Group (Canadá)]; y el Consejo Canadiense por la Paz de Regina [Regina Peace Council (Canadá)].The Canada Files fue el patrocinador de los medios de comunicación.
Los cinco panelistas coincidieron en que los medios de comunicación dominantes se han dedicado a demonizar histéricamente a Rusia, confundiendo a la gente respecto a las causas del conflicto. Expresaron la necesidad de desarrollar un movimiento antibelicista y de que los medios de comunicación alternativos se amplíen. Asimismo, expresaron su preocupación por la creciente censura y silenciamiento de personas, organizaciones e ideas que defienden a Rusia.
Danny Haiphong (EE.UU.), colaborador de Black Agenda Report en EE.UU. y coeditor de Friends of Socialist China, subrayó que Rusia no es nuestro enemigo y que es importante escuchar su perspectiva para tratar de entender el conflicto. Desde el punto de vista ruso, se ve la histórica y agresiva oposición del imperialismo occidental a la Revolución Rusa y a la Unión Soviética; y la expansión de la OTAN, tras la caída de la Unión Soviética, hacia el este y hacia la frontera rusa.
Haiphong señaló que Rusia ha dejado claro, de forma persistente, la inaceptabilidad de la incorporación de Ucrania a la OTAN y ha denunciado la violencia que sufre la población rusa en la región del Donbass desde 2014. La OTAN es fuente de interminables guerras imperialistas, por eso debe ser erradicada, sostuvo.
Arnold August, autor y periodista residente en Montreal, columnista de Trabajadores (Cuba), editor colaborador de The Canada Files, y miembro del Grupo Manifiesto Internacional, observó que todos esperamos que las negociaciones entre Rusia y Ucrania se concreten, a pesar de que los gobiernos de Canadá y de Estados Unidos las están saboteando, así como ignoraron las voces europeas que dicen que fue un error prometer la OTAN a Ucrania.
August sostuvo que las «falsedades» forman parte del ADN estadounidense, pues ese país tiene una larga historia de difusión argumentos falsos para justificar sus intervenciones imperialistas. Un ejemplo, según el autor, fue el USS Maine, y así ha continuado su proceder con respecto a Cuba, Nicaragua, Vietnam, Irak, Libia y Siria. Los medios de comunicación hacen todo lo posible por difundir sus falsedades, como es el caso del tema distorsionado de un supuesto ataque ruso a un hospital en Ucrania.
Sobre ese ejemplo específico, el intelectual canadiense expuso hechos auténticos que fueron opacados por los principales medios de comunicación de Ottawa y por Washington: el hospital no tenía ni pacientes ni personal médico, sino que estaba ocupado por el batallón fascista Azov, de las fuerzas armadas ucranianas.
Sara Flounders (EE.UU.), codirectora del Centro de Acción Internacional (International Action Center) de la ciudad de Nueva York y editora colaboradora de Workers’ World, subrayó la necesidad de reivindicaciones claras y unificadoras para superar eficazmente los retos a los que se enfrenta la movilización del pueblo en respuesta a la peligrosa guerra imperialista en Ucrania. Ella propone: «Estados Unidos/OTAN fuera de Ucrania»; «Detener la guerra de Estados Unidos contra Ucrania»; «Fuera la OTAN»; «Disolver la OTAN»; y «Disolver la máquina de guerra de Estados Unidos/OTAN».
Flounders sostiene que, desde el colapso de la Unión Soviética, la máquina de guerra de la OTAN se ha utilizado para imponer las relaciones capitalistas y, con este fin se involucró en Irak y Afganistán. En el caso de Rusia, la OTAN ha estado rodeando ese territorio con la intención de desmembrarla, como hizo con Yugoslavia. Además, busca que Estados Unidos pueda contralar las materias primas rusas, y así afectar las alianzas del país euroasiático con los gobiernos antiimperialistas del mundo. La campaña contra Rusia ha incluido la incorporación de facto de Ucrania a la OTAN.
La investigadora estadounidense declaró que las sanciones económicas son un acto de guerra, y se han impuesto a más de cuarenta países, donde vive un tercio de la población mundial. El imperialismo ha lanzado una guerra militar y económica contra las naciones que se niegan a cumplir los dictados de Washington.
Flounders prevé que los gobiernos del mundo se negarán, cada vez más, a aceptar la guerra de EE. UU./OTAN contra Ucrania y Rusia, porque va en contra de sus intereses económicos, esos conflictos (guerras de la mancuerna EE.UU./OTAN) sólo benefician a las corporaciones estadounidenses.
Ken Stone (Canadá), tesorero de la Coalición Hamilton para Detener la Guerra y miembro ejecutivo del Movimiento de Solidaridad con Siria, señaló que el apoyo canadiense al presidente ucraniano Zelensky es un gran acto de hipocresía. Durante 100 años, Canadá ha estado interfiriendo en los asuntos ucranianos; inicialmente como aliado del imperialismo británico y, más tarde, como aliado del imperialismo estadounidense.
Stone observó que la OTAN se ha expandido hacia el este desde el colapso de la Unión Soviética. La operación militar rusa iniciada el pasado 24 de febrero responde a 100 años de intervenciones occidentales y a las expansiones postsoviéticas de la OTAN. Hay que culpar a Canadá, a Estados Unidos y a la OTAN de la guerra, no a Rusia.
Ali Yerevani (Canadá), editor político del periódico Fire This Time y participante de la revolución iraní de 1979, abordó la necesidad de responder a la propaganda imperialista, que afirma falsamente que la acción militar rusa no fue provocada y que Ucrania es una democracia, mientras pasa por alto el papel del fascismo en la oposición a Rusia.
El guion de los medios de comunicación, declaró Yerevani, ha sido escrito por el Departamento de Estado de Estados Unidos. Debemos entender, sostuvo, que Rusia no tenía ninguna alternativa a la operación militar, teniendo en cuenta la incorporación de facto de Ucrania a la OTAN y la violencia contra la población rusa en la región oriental del Donbass.
En su discurso de clausura, Arnold August observó cuánto ha cambiado el mundo desde la pandemia. El capitalismo neoliberal demuestra hoy que es incapaz de resolver los problemas humanos más básicos, como son los servicios sanitarios. Mientras tanto, China demuestra una gran capacidad para gestionar la emergencia sanitaria de la Covid-19 y expandir su economía de forma sostenible.
Está surgiendo un mundo multipolar, reflexionó Arnold, en el que algunos países de América Latina y el Caribe, Rusia, China e Irán son centros importantes, mientras que Estados Unidos se esfuerza por mantener su dominio mundial. Esto explica, en parte, su más reciente política agresiva hacia Rusia para debilitarla, provocando así la crisis actual.
*Charles McKelvey es un escritor estadounidense que ha viajado varias veces a Cuba. Desde su columna en Substack defiende el socialismo cubano y chino, así como a otras revoluciones y movimientos antiimperialistas y socialistas del mundo.
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