Oneida Navarro Delgado, vecina de La Caoba, agradece a las autoridades de Isla de la Juventud la posibilidad de –con participación popular– minimizar las vulnerabilidades de su comunidad, una de las 35 diagnosticadas con ese estatus por el gobierno local.
La inexistencia de servicios básicos y espacios para la socialización y el ocio, regular y mal estado del fondo habitacional, así como la falta de urbanización de ese asentamiento, localizado en la periferia este de la ciudad cabecera del municipio especial, caracterizaban la situación en transformación, comentó a la ACN.
Explica que el ajetreo vivido por estos días les permite contar ahora con buena presión en el abasto de agua potable, gracias a la intensa labor desplegada por una brigada de la empresa de Recursos Hidráulicos, que conectó cada vivienda a la red de acueducto.
Este tipo de acompañamiento gubernamental previó el acercamiento de materiales para las diferentes acciones constructivas en las viviendas a fin de mejorar las condiciones habitacionales de los inmuebles.
De igual modo, ha sido beneficioso para las familias que todavía no tenían legalizadas sus casas la presencia de los funcionarios de las Direcciones de Planificación Física y de la Vivienda, respectivamente, a fin de registrar esos inmuebles en el fondo habitacional, dijo.
Julio Antonio Contreras Meneses, también morador de la referida comunidad, aludió a la reparación de la bodega, la ampliación del punto de venta –abastecido con productos agrícolas, fruto del trabajo de los usufructuarios de ese enclave–, una posta médica para los servicios de urgencia, así como de sendos parques de estar e infantil y una cancha deportiva multiuso.
Se avanza en la fundición de las aceras, acción constructiva que desarrolla una cuadrilla de la empresa constructora integral apoyada por los vecinos, apuntó Contreras Meneses.
Ya el barrio va adquiriendo otra imagen. Nosotros estamos a gusto. Valió la pena apostar por la transformación del barrio y su gente, sonrió Navarro Delgado.
(Tomado de ACN)