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Código de las Familias: Profundizar en los aspectos más polémicos

Quien sea su amigo o le siga en las redes sociales digitales podría pensar que tiene el don de la ubicuidad. Yuliesky Amador Echevarría parece que está en todas partes desde que hace un mes comenzó el proceso de consultas del Código de las Familias.

 

Foto: Cortesía del entrevistado

 

En ocho de estas reuniones en los barrios y 19 capacitaciones sobre los contenidos del proyecto de ley ha participado ya este joven jurista graduado en 2014 en la Universidad Julio Díaz González, de Artemisa, donde mismo imparte ahora docencia como vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas.

“No soy profesor de Derecho de Familias, aunque desde los años de estudiante soy un apasionado de esta disciplina”, señaló el también Máster en Derecho Constitucional y Administrativo e integrante de varios proyectos de la Unión Nacional de Juristas de Cuba que vinculan su especialidad con el tema de Género.

“El Código vigente, ya con 47 años, no responde a la realidad actual de la sociedad cubana. Si bien una de las características de la norma es ser permanente en el tiempo, esto no significa que no tenga que atemperarse a partir de los cambios que se van sucediendo. Es en este sentido que el Derecho necesitaba una actualización urgente en materia familiar”, razonó.

Cuando se hizo pública la versión 22 del anteproyecto del Código de las Familias en septiembre pasado, Yuliesky comenzó a estudiar y analizar cada una de las propuestas que recoge el texto, “como profesor y ciudadano”.

“Desde sus primeros artículos deja claro que no viene a imponer modelos, ni limita los derechos de alguno para otorgarlos a otros, sino que reconoce, protege y garantiza los derechos de todos los miembros de las familias y a su vez fortalece la responsabilidad familiar desde el punto de vista emocional, educativo y formativo”.

Su constante cátedra pública en espacios presenciales y virtuales, obedece a su convencimiento de que “divulgar los contenidos del Código tiene que ser la primera tarea de quienes amamos el derecho patrio y sentimos que no todas las personas encuentran hoy respaldo y protección en la Ley vigente. Es una deuda con las familias que tiene que ser saldada”, aseveró.

Amante del periodismo, el carismático profesor asumió desde el año 2015 una sección fija en la Televisión provincial, e interviene con regularidad en la Radio artemiseña. Ahora en medio de la consulta popular, coordina el proyecto Al Derecho, Código de las Familias, para la asesoría técnica a los medios de comunicación del territorio, lo cual incluye sus canales de Telegram y páginas Web.

“Ya a finales de 2020 los profesores veníamos conformando posibles equipos, de conjunto con los estudiantes de Derecho, para colaborar en el proceso de consulta. Esto permitió que una vez determinadas las fechas, ya existiera una organización”, dijo.

 

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Yuliesky resultó un profesional clave en la capacitación de los juristas que participan en la consulta en los 11 municipios de Artemisa, todo un reto en medio del rebrote de Covid-19 que hubo a inicios de este año. Formó parte, además, de los primeros dúos en las reuniones piloto en los puntos de reunión seleccionados, sin dejar a un lado las capacitaciones a organismos e instituciones que solicitan a la Universidad intercambios continuos.

“Una experiencia que me marcó, a unas horas del inicio de la consulta popular y de mi primera reunión, fue el fallecimiento de mi abuelo. Aún en medio del dolor tuve que continuar y debatir asuntos relacionados con el adulto mayor que me devolvían constantemente al recuerdo de su partida”, recordó.

En cuanto al modo de asumir la tarea, Yuliesky explicó que no es solo leer el proyecto: hay que profundizar en los aspectos que resultan más polémicos y hacer un análisis permanente de las matrices de opinión existentes en los diferentes sectores de la sociedad. “Ninguna reunión es igual a la otra. Creer que podemos enfrentarnos a ellas sin una adecuada preparación es no asumir el proceso con la importancia que amerita”, enfatizó.

“Nuestro papel no es imponer un criterio o limitar la participación de los electores, sino servir de mediadores, guías, dirigir los debates y  propiciar que nadie quede con propuestas por hacer”.

 

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A la ciudadanía, el docente también le hace la firme recomendación de consultar el texto antes de acudir a los encuentros. “Esto evitará repetir lo que alguien más dijo que creyó entender o afirmar cuestiones que muchas veces ni siquiera aparecen recogidas en el cuerpo del proyecto”, indicó Yuliesky, quien exhortó a “no sacrificar todo el Código por el hecho de que podamos o no estar de acuerdo con algunos de sus elementos”.

Al respecto, denunció el empleo de verdades a medias, la tergiversación de ideas y la reiteración de mentiras, “como armas filosas en las redes sociales”, para sacar de contexto y confundir a los públicos en temas que resultan de interés por su alta sensibilidad y así crear descontento y opiniones desfavorables.

“En la mayoría de los casos, por no decir todos, son noticias donde se fragmenta el texto y usan algunas partes para consolidar la posición de quien escribe, aun cuando en el mensaje prime la desinformación y lo falso sobre la realidad”, describió.

Ante tales campañas, Yuliesky insistió en que la única forma de estar preparados es consultar el contenido del proyecto y comparar con lo que consumimos en Internet.

“No podemos olvidar — concluyó— que la razonabilidad debe primar en lo que se proponga. Solo de esta forma podremos afirmar que estamos realmente participando en este proceso de construcción colectiva”.

 

Descargue: Proyecto del Código de las Familias (34130 descargas)

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