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RETRATOS: Todavía es la única mujer que conduce un Yutong

Hace ya cinco años que Idania Pereda León maneja un Yutong en la Empresa de Ómnibus Nacionales (EON) y aún hay personas que se sorprenden al verla detrás del timón. Aún sigue siendo la única mujer en Cuba que conduce un vehículo de este tipo. El 0001, como a ella le gusta aclarar.

 

Idania Pérez León, primera y única chófer de Ómnibus Nacionales. Foto: Agustín Borrego Torres.

“Muchos no se acostumbran. Incluso, algunos, al concluir el viaje, quieren tirarse una foto conmigo y me felicitan”, dice la experta chófer que a los 18 años obtuvo la licencia de conducción.

Todavía puede sentir el olor del azúcar, el ir y venir de los camiones cargados de caña en el que fuera el central Abraham Lincoln, en Artemisa, lugar donde nació y creció. Esa fue su cuna, entre la familiaridad de amigos y compañeros del batey aprendió a manejar. Con cariño recuerda a José Bernal y Roberto Fernández, dos de los coterráneos que fueron sus maestros en ese aprendizaje.

Según cuenta, se graduó de técnico de nivel medio en Maquinaria Azucarera y durante un tiempo ejerció esa profesión, además de ejecutar otras tareas en el central. Gracias a su perseverancia, y, sobre todo, a que demostró que manejaba bien, a los 30 años, ocupó un puesto como chófer profesional en la base de transporte del otrora Ministerio de Azúcar en ese territorio. Con eso, rompió mitos y demostró que las mujeres pueden vencer cualquier desafío. “Tiré caña, manejé desde un camión Kamaz, una ambulancia hasta un ómnibus urbano”.

Cuando llegó a la EON, estaba lista para cumplir nuevos retos y aunque los hombres la miraron con ojos asombrados, han tenido que quitarse el sombrero ante su dominio del timón. Es sin dudas hoy una experta en las carreteras cubanas.

“Durante los complejos meses de la Covid-19, la empresa dejó de prestar servicios, además se cerraron las fronteras entre La Habana y Artemisa. No podía estar sin hacer nada y, a través de un contrato, durante ocho meses, manejé un ómnibus en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). En noviembre pasado me reincorporé a la EON. En estos momentos existen tres Yutong prestando servicio en la ZEDM. Alterno, durante una semana estoy en esos quehaceres y en la otra, doy viajes a provincia o algún servicio de flete”.

Junto a su compañero de trabajo, Gerardo Carlos Armenteros Ballagas, hacen lo mismo el recorrido Artemisa-Guantánamo o Artemisa-Santiago de Cuba. Manifiesta que él se muestra atento con ella. “Es todo un caballero. Cuando llegamos al destino, es Gerardo quien se ocupa del carro para que yo descanse”.

Para manejar, asegura, prefiere el día porque de noche están los imprevistos: los animales sueltos en la vía y, además, hay que sortear el mal estado de la vía en algunos tramos. “Eso pone a prueba la profesionalidad”.

 

Foto: Agustín Borrego Torres.

Por eso insiste en la importancia de la recalificación de los chóferes profesionales y asegura que en la EON ese es un tema sobre el cual existe mucha exigencia y todos deben pasar por el curso cuando les corresponde. “Las personas confían en nosotros, llevamos en nuestras manos sus vidas y debemos actuar con responsabilidad”, alega.

Cuando se le pregunta qué características deben tenerse para esa profesión, dice, que cumplir los requisitos que se exigen, amar la carretera y siempre, respetar al cliente.

Aún reside en Artemisa. Cuando llega a casa, recibe el cariño del esposo, Yandier Portales Fernández, quien la comprende y coopera en los quehaceres. “Tengo una linda familia que me apoya siempre, están mi hermana Yamila, incondicional conmigo, y mi papá, Rolando Pereda, quien ya cumplió 87 años.

Sobre sus rutinas, dice que le gusta el café, de vez en cuando fuma un cigarro y cuando es posible, comparte con sus compañeros. A aquellas mujeres que tienen iguales aspiraciones, les dice que lo intenten y perseveren. Desearía que en la EON haya otras mujeres que también se atrevan a manejar un Yutong.

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