CARACAS, Venezuela. –«Es el espíritu de nuestros médicos, cuya formación, además de rigor académico, contiene un elevado humanismo», dijo Ulises Guilarte De nacimiento, Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), cuando la venezolana Crisálida Silva le aseguró que «los médicos cubanos me atienden muy bien».
El intercambio se produjo en la salita de Cuidados intensivos del Centro de Diagnostico Integral (CDI) Quinto Salinas 1, de esta capital, donde la caraqueña se recupera de una emergencia hipertensiva.
Hasta el referido CDI, uno de los 586 atendidos por personal cubano en Caracas, llegó líder obrero, acompañado por Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de las Misiones Sociales en Venezuela, durante su recorrido por instituciones de la salud, en las que nuestros compatriotas prestan ayuda.
Aquí se interesó por la calidad, costo e impactos de los servicios, aspectos sobre los que recibió detalles, ofrecidos por el Doctor José Antonio Machado Reyes, al frente por la parte cubana, de la misión de salud, y su coterráneo Erik Méndez Rodríguez, quien ocupa igual responsabilidad en el distrito federal de Caracas.
En Quinto Salinas 1, Guilarte de Nacimiento habló con los internacionalistas, puso la mano en sus hombros, e indagó por las condiciones de trabajo y de vida. Esa familiar cercanía matizó el encuentro, iniciado dos horas antes en el laboratorio de Biología Molecular de Guarenas, cuya labor ha sido de vital importancia en la lucha contra la COVID19 aquí.
Franca y esclarecedoras fueron las palabras del Secretario General de la CTC, dirigidas a un auditorio más amplio de colaboradores cubanos, con quienes reflexionó sobre la actualidad de nuestro país, el transformador esfuerzo que se hace en el plano económico-productivo, por la eficiencia del sistema empresarial, la articulación de este con el sector no estatal, así como por revertir la inflación y reducir los precios, entre otras prioridades que, de materializarse, ayudarán a mejorar la calidad de vida de los cubanos.
De agradecimiento fueron las últimas palabras de Ulises Guilarte aquí; «tienen mucho valor su trabajo y su ejemplo –dijo–, Cuba es respetada y admirada en el mundo, entre otras razones, porque hijos como ustedes mantienen firme y en alto la bandera de la solidaridad y el internacionalismo».