Claudino Tarragó Cora, vecino de calle 1ra. apto. 3, entre A y 14, reparto El Llano, Holguín, pide ayuda y comprensión para que se le reconozca un tiempo de trabajo.
“Laboré como maestro rural durante 43 años y en el 2001 me jubilé con 60 años. Como decimos en buen cubano tenía que engordar la chequera. El 7 de abril del 2008 comienzo como agente de seguridad y protección de la delegación del Citma en Holguín. En ese lugar trabajé hasta el 30 de septiembre del 2021.
“Por sugerencia de mis jefes al cumplir 80 años solicité mi renuncia. Al pedir mi expediente laboral compruebo que solo me aparece desde el año 2014 hasta la fecha.
“Los compañeros de Recursos Humanos y de Economía, en su mayoría con muy pocos años de trabajo, se muestran impotentes para solucionar mi caso, por lo que pido ayuda.
“Tengo la mejor opinión de todos mis compañeros agentes, y en general de los obreros y dirigentes del Citma, pero necesito me reconozcan el total de años trabajados”.
«Octogenario pide le reconozcan tiempo de trabajo»…
Durante años de Revolución más de una generación de cubanos entregaron sin cuestionarlo la parte no visible de la jornada laboral, sin demandar incrementos salariales, sin pensar en dividendos, ni utilidades sobre la ganancia por ser esta socialmente útil al porvenir; entregadas de la suma de tantos míni, pequeños y medianos aportes.
El Ordenamiento financiero nos sacó cuentas y cálculos de «canastas» basadas en la supervivencia ante el bloqueo yanqui. Estuvimos todo el tiempo concientes que su valor podía ser mucho más que la misma realidad cotidiana calculada en el concepto; pero ello no nos desalento. Así muchos se jubilaron sin rebuscar los cálculos, sin ánimo de desentrañar las cuentas sociales presentadas. «Pero la realidad de «las canastas» golpeó a unos más que a otros, y golpeó a todos en cualquier expectiva sobre proyectos posteriores a la jubilación.
Los nuevos acontecimientos ni siquiera tuvieron en cuenta los ajustes comparativos, tan exigidos en los últimos cinco años. No se habló más de categorías, ni de cargos devengados para intentar rectificar y avanzar a la par de los acontecimientos no ya entre categorías salariales contables y calculadas, tampoco se ha hecho ante los últimos cálculos sobre canastas inflacionarias . Esto, tal vez, no pudiera ser lo más correcto hacerlo. Hablamos de trabajo muerto, no de trabajo activo. Hablamos de otra forma de pensar cuando aquello lo dado «por muerto» no genera ni ganancias, ni utilidades para dividir.
Gracias.
Al compañero y todos los juvilados antes de la reforma se le debía aplicar el mismo sistema que se les aplicó a los jubilados de la FAR y el minint. Los militares todavía tendrán las ventajas de hacerlo al cumplir los 25 años y no a los 80 como el reclamante