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En Batabanó y Cienfuegos: Pescando el plan

Sus zonas de captura son ve­cinas y similares las razones y obstáculos para elevar sus producciones. Con alguna que otra diferencia, siem­pre mínima, los pescadores de Cienfuegos y Batabanó se propusieron cumplir sus planes productivos de este año y, algo muy necesario, también el de surtidos.

De lo que logre la industria en ambas empresas dependerá en buena medida el cumplimiento del plan anual para este 2022. Foto: Juan Carlos Dorado

Tanto en uno como en otro lugar, el 2021 fue com­plicado, donde una vez más quedó insatisfecho el deseo por años postergado en mu­chos, muchísimos, de con­sumir pescado. “No pode­mos año tras año hablar de lo mismo y no aportar solu­ciones”, dijo Yordano On­dina, del langostero Cayo Coco II, de la Pesquera de Batabanó (Epimay), quien detalló disputas con sus ho­mólogos de La Coloma por intromisiones de aquellos en zonas de pesca.

El análisis propuso eli­minar incumplimientos, no solo del camarón y la langosta, sino también en esponja, aleta de tiburón y de especies de escama. La solución pasa además por elevar los rendimientos en la industria, reparar cada centro de acopio, mejorar alimentación y condicio­nes de fonía en los barcos, y dársele una mayor priori­dad a la acuicultura, entre otros males a desterrar.

Es la pesca una activi­dad dependiente del clima en forma significativa, pero más de los hombres, de ahí que para obtener resultados positivos tendrá que estar a tope la disponibilidad téc­nica de las embarcaciones, la organización de la flota, saber cómo solucionar los problemas existentes, y te­ner entretejidas y dispues­tas todas las artes de pesca.

Uno de los presentes en el análisis del plan en la Em­presa Pesquera e Industrial de Cienfuegos (Epicen) dijo que todo lo que se logre será por la inteligencia y accio­nar del colectivo, mientras otro reafirmó lo imprescin­dible de cumplir la captura del camarón, la pesca de las especies de escama, de la acuicultura y las produccio­nes industriales.

Una estrategia definida es aumentar ventas y cali­dad a fin de lograr utilida­des y mejorar el salario de los trabajadores, muy de­primido en estos momentos por los incumplimientos empresariales. En ese senti­do es necesario asegurar el funcionamiento adecuado de equipos, partes y piezas navales y del transporte au­tomotor.

“La producción debe tener un vuelco. Hay que incentivar el sobrecumpli­miento para poder subir los salarios y lograr utili­dades”, enfatizó Juan José Mena Lorenzo, directivo del Grupo Empresarial.

Quizás, como nunca an­tes, el enfoque económico prevaleció integralmente en el debate, mucho más al conocerse que en Bataba­nó, más allá de la no satis­facción del plan productivo del año 2021, las utilidades duplicaron lo planificado. Al respecto, la dirección empresarial señaló razones como el alto aprovecha­miento industrial de la lan­gosta —en el 2022 deberá aumentar— y el alto precio internacional del crustáceo.

Pero, nos preguntamos, cuáles serían las utilidades de haberse capturado las más de mil toneladas plani­ficadas y dejadas de pescar, de estas casi 200 de langos­ta, una cifra similar de es­pecies de escamas y unas 15 de cangrejos.

En la asamblea en la Perla del Sur se conoció que los pescadores particula­res logran mayores niveles de pesca que la empresa, lo cual resulta contradictorio, sobre todo por la notable diferencia del equipamien­to técnico con que cuentan. Mientras en Epimay fue­ron los privados los únicos cumplidores en el 2021, aunque sin superar los ni­veles de la entidad para la que trabajan.

En Batabanó resultó muy adecuado el interés por mejorar las condiciones de vida en la comunidad, también por ubicar allí una ambulancia, y se reconoció el compromiso por concluir acciones de mejoramiento de las redes hidrosanitarias y de construcción y asigna­ción de viviendas, esto últi­mo en lo que “hay que tener mucho tacto”, puntualizó el pescador Rubén Cabrera.

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