La industria azucarera en Cuba refuerza hoy la búsqueda de soluciones a problemas mediante análisis y medidas para avanzar durante el año, tal y como lo reflejan autoridades del sector.
Un informe publicado este viernes en el periódico Granma aborda el asunto teniendo en cuenta las dificultades sobre todo generadas por el bloqueo estadounidense a la economía insular y el impacto de la Covid-19.
Entre los problemas señalados se apuntan la falta de intensidad en la zafra para solucionar roturas e interrupciones operativas.
Ello apareció en un examen de la comisión de trabajo, integrada por funcionarios del Gobierno, del grupo empresarial Azcuba, además de líderes sindicales y de la asociación de agricultores pequeños (ANAP).
Dicha evaluación apuntó a la campaña de este producto en las empresas agroindustriales en las regiones del centro y el oriente del país.
Especifica el mensaje, que detrás de las limitaciones financieras provocadas, entre otros factores, por el bloqueo y la crisis económica mundial, debido a la pandemia, son varios los problemas.
Anotan, por ejemplo, en el campo de caña, en los caminos y en el ingenio, donde se esconden obstáculos viejos y nuevos, tanto objetivos como subjetivos.
La dificultad en la adquisición de insumos necesarios, como baterías, neumáticos, partes, piezas y agregados para las diferentes tecnologías, es una razón por la que los centrales arrancaron la molienda con déficit en el completamiento de los medios de corte.
Recordaron que hace algunos días en la central provincia de Ciego de Ávila, ante el vice primer ministro cubano, Jorge Luis Tapia, las autoridades del sector reconocieron varias cuestiones negativas.
En ese momento señalaron que la solución está en resolver la distancia de la cooperación con otros organismos, comunicarse mejor entre los actores y entidades involucrados en la zafra o, aumentar la dosis de compromiso en lo que le toca hacer a cada cual.
Una cuestión importante que recordó el presidente de Azcuba, Julio Andrés García, en su paso por la oriental provincia cubana de Santiago de Cuba, es la conciliación en cuanto al pago de la caña, y la evaluación de los parámetros de la gramínea en el laboratorio.
Señalaron además, que si salvar esta zafra es importante, también es imprescindible garantizar la caña de azúcar para la próxima campaña. También incentivan el trabajo del cultivo con bueyes y la limpia de áreas infestadas de plantas leñosas.
Además, identifican problemas organizativos relacionados con la explotación de la maquinaria y el acondicionamiento de las áreas para su preparación, entre otros asuntos.
Las autoridades insistieron en que con la restructuración del sector y la creación de las 56 empresas azucareras y una cañera, se planificó un incremento de la siembra del 50 por ciento para 2022, con respecto al real del año pasado. (Tomado de PL)