Cuando el 29 de marzo del pasado año la pandemia de la Covid-19 comenzaba a agudizar su presencia en la capital, debido a la cual las autoridades sanitarias y el Ministerio de Cultura orientaron, para evitar la propagación del mortal virus, la cancelación de eventos y el cierre de cines, teatros y librerías, así como de otros centros de recreación, el emblemático Teatro América cumplía su aniversario 80. Parecía que en la popular sala de variedades y espectáculos, al cerrar sus puertas al público, el arte tendría una pausa en su prolífica vida cultural.
Sin embargo, tal circunstancia prontamente recibió la respuesta de los artistas de todo el país, quienes a través de las redes sociales, además de la televisión y la radio nacionales, hallaron vías para llegar a sus públicos, e incluso a los de otros territorios del archipiélago y más allá de sus fronteras. El coliseo de Galiano y Concordía fue de los primeros en asumir ese reto para mantener con aliento uno de los sitios con extraordinario interés arquitectónico por su estilo Art Decó, cuya historia e intensa labor cultural, lo sitúa entre los más importantes en Cuba, en los géneros que promueve —música clásica, orquestas populares, solistas, circo, dramatizados, entre otros—.
“El proyecto se concibió en los días más duros de la pandemia, para llevar el arte del Teatro América a los hogares de su público.
Por primera vez en 80 años se cerraron las puertas de la sala por tanto tiempo. Jorge Alfaro, su director, comprendió enseguida que había que buscar una manera para que la tradición de tantas épocas no muriera. Así nació la idea de llevar el Teatro a la casa, en los mismos días y horarios en que el público ha ido a las funciones”, dijo el maestro Julio Acanda, director artístico y entusiasta propulsor del proyecto.
El también prestigioso presentador, colega y cronista de la televisión nacional, asegura que “para los artistas fue difícil al inicio, pues al no existir público físico, les resultaba incómodo actuar, por ejemplo para los humoristas. Pero poco a poco fueron asimilando esta nueva manera de llegarle a la gente. Lo importante era lograr mantener la programación viva, a pesar de que el teatro estuviera cerrado. La respuesta del público ha sido excepcional, y las vistas en las redes superan todas las expectativas”.
Jorge Alfaro Samá, director general —desde el mes de enero de 1999— de la elegante instalación considerada desde su inauguración en 1941 como el más lujoso templo cinematográfico de la capital, con una capacidad para mil 775 espectadores, enfatizó que “durante este año mantendremos esa programación, ya que pone en circulación nuestro trabajo a través de las redes sociales y es una forma efectiva de comunicación con nuestro pueblo y el mundo sobre nuestro quehacer.
“Estos espectáculos on line —agregó— han tenido importantes beneficios para la institución, principalmente por mantenerse vigente y activa duramente todo este tiempo de azote pandémico y también permitir que los artistas puedan lleven su obra a los espectadores, en tanto devengar el correspondiente salario que perciben por este servicio. Los espectáculos son gravados entre la una y las cinco de la tarde, y sus protagonistas son convocados bajo la premisa de mantener, a pesar de las dificultades, un mensaje cultural de primera calidad”.
El director del Templo de las Variedades y el Espectáculo Musical en Cuba, cuya historia exhibe los nombres de importantes personalidades del arte de nuestro país y del mundo que han desfilado por su escenario desde su fundación hasta la fecha, dijo que allí se celebrará, con carácter presencial, el Día del Son Cubano, con una jornada que comenzará el 8 de mayo próximo dedicada a Ignacio Piñeiro, y se extenderá hasta el mes de junio con el Festival Internacional Boleros de Oros, así como otros grandes espectáculos a lo largo del año.
“Constituye un altísimo honor trabajar con el maestro Julio Acanda, quien vislumbra derroche de talento en su trabajo, lo cual prestigia aún más nuestro teatro”, dijo Alfaro Samá.
El joven Yosley Rodríguez García, director asistente de los espectáculos, aunque también hace de camarógrafo y administrador de comunidades digitales, igualmente forma parte del equipo de Acanda. Él asegura que “si bien ya el teatro contaba con una página en Facebook, nuestro equipo consideró oportuno crear una nueva en soporte digital, donde se pudieran concentrar todos los contenidos audiovisuales que crearíamos para estos medios de comunicación. La estrategia fue unir esfuerzos entre las dos páginas de Facebook y la página web para llegar mediante internet a más personas dentro y fuera de Cuba. Los contenidos audiovisuales y las promociones se crearon respetando los códigos de comunicación de estas plataformas digitales, pero tratando de no perder la esencia de lo que representa la experiencia de estar físicamente en el teatro disfrutando de la función”.
El emprendedor Ingeniero en Ciencias Informáticas y desde hace seis años
director Técnico del Canal Habana señaló que “en la actualidad la página oficial de Facebook del Teatro de Variedades América cuenta con mil 254 seguidores y Le Gusta a mil 177 personas; mientras que la página destinada a ofrecer los espectáculos en línea, cuenta ya con mil 590 seguidores y Le Gusta a mil 340 personas.
Yosley explicó que en la realización de los espectáculos en el América “grabamos con tres teléfonos celulares y una cámara GoPro. Para lograr una grabación ‘digna’ con teléfonos inteligentes nos apoyamos de tres dispositivos que permiten estabilizar la grabación de video conocidos como gimbals o estabilizadores de video. Además empleamos una aplicación especial que nos permite ajustar manualmente todos los parámetros de la cámara de estos. La génesis de que nuestro equipo creativo usara esta técnica de grabación comenzó durante la etapa más crítica de la pandemia por Covid 19 en La Habana. En el ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión) estaban cerrados los estudios de televisión y queríamos grabar para Cubavisión un programa musical con la menor cantidad de miembros posible en el equipo de trabajo. Este programa fue Contigo en la distancia, el cual se grababa en el Café-Concert Gato Tuerto y se transmitía simultáneamente en Cubavisión y en Facebook”.
Añadió que junto al experimentado Julio Acanda, en la realización de este proyecto igualmente se destaca la eficiente y amigable comunicadora Malú Bacallao “con mucha juventud acumulada, ella es la productora ejecutiva; mientras que nuestra asistente de dirección es Vivian, la mujer orquesta. El responsable de la edición y post producción de todo lo que grabamos es Yoelkis Diago, y quien se encarga de presentar toda la magia del Teatro de Variedades América a la distancia de un click es Yoan Cabrisas. Los jóvenes y creativos camarógrafos Reinier Pol y Carlos Pendás completan el resto del equipo. En las grabaciones siempre estamos acompañados del equipo técnico-artístico del teatro con su jefe técnico Angelito, luminotécnicos, sonidistas, tramoyistas, escenógrafos y bailarines, entre otros.
El apasionado técnico encomió su labor junto con Acanda, quien le dio oportunidad y confianza siendo aún novato en la televisión (apenas siete años de experiencia) y con sólo 30 años de edad. “Juntos —dijo— hemos aprendido mucho uno del otro, él según sus propias palabras se consideraba ‘un ciudadano analógico’, aunque debo reconocer que aprendió muy rápido sobre las posibilidades y limitaciones técnicas relacionados con la grabación con teléfonos inteligentes y sobre la administración de las redes digitales.
“En mi caso —agregó—, Acanda me ha enseñado mucho sobre cómo exigirme más a mí mismo y al resto de los miembros del equipo creativo, a no conformarnos con la mediocridad, a entender la psicología de los artistas y a saber sacar siempre lo mejor de ellos. Es una persona muy humana, humilde y detallista, siempre trata de sacar tiempo para atender a todos y se preocupa mucho por cada miembro del equipo. Posee una amplísima cultura general y defiende a capa y espada que se preserve nuestra cultura nacional”.
El Teatro de Variedades América realiza cada año reconocidos festivales, concursos, y eventos, en tanto establece convocatorias para guiones, y para sus cursos, seminarios y talleres. En su escenario se promueven figuras nuevas y talentos, con lo que trata de estimular la creación para el género musical.
Figuras de la talla de Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, Adolfo Guzmán, Chucho Valdés, Juan Formell, Pedro Vargas, Pedro Infante, Rita Montaner, Moisés Simons, Ester Borja, Rosita Fornés, María de los Ángeles Santana, Lola Flores, Orlando de la Rosa, Isolina Carrillo, Elena Burke, Benny Moré, Adalberto Álvarez, Josephine Baker, Alfredo Sadel, Bola de Nieve, Carlos Pous, Enrique Santiesteban, Los Chavales de España, Toña la Negra, Sara Montiel, Libertad Lamarque, y muchas más de renombre internacional han dejado su impronta artística en el América, un emblemático coliseo diseñado por los arquitectos Fernando Martínez Campos y Pascual de Rojas.