Paradojas del fútbol y de la vida, el Atlético abandonó el rincón utilizando la esquina. El campeón reventó el partido de Pamplona desde el córner, uno a favor y uno en contra. Sí, uno en contra. Es una suerte poco habitual pero no desconocida, la de que lo saques tú y te tiren una contra letal, el asunto es que hasta ahora el equipo rojiblanco solía sufrirla, que no disfrutarla. Pero Joao Félix asistió a Luis Suárez para que el charrúa aprovechara desde lejos que Sergio Herrera andaba de paseo y doblara la ventaja que ya se había cobrado mucho antes el portugués.
A última hora completaría Correa, pero la noticia es la noticia: Oblak dejó su portería a cero. Duele definirlo como tal, pero lo es. Tanto tiempo después…
El Atlético amaneció ganando. Botó Carrasco un córner y Herrera salió de aquella manera, dejando la pelota muerta para que Joao la empalara a la jaula. Reclamaba el meta local falta de Suárez, pero el uruguayo estaba de espaldas y ya nos aclararon en su momento los nuevos heraldos del fútbol que no consta en el reglamento eso de que no se pueda arrimar uno al de las manoplas dentro del área.
Tampoco resultaba inédito lo de que el equipo de Simeone encontrara premio a las primeras de cambio, así que convenía atender a lo que hacía con el mismo. No fuera a ser que volviera a desperdiciarlo.