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LA GUAGUA: ¿Hasta cuándo en la tabla de salvación?

La expresión Tabla de Salvación se usa en alusión a la situación de un naufragio en el cual los sobrevivientes se aferran a los restos del navío siniestrado con el propósito de mantenerse a flote y preservar sus vidas hasta llegar a lugar seguro.

En el caso del tema que viene a bordo de esta Guagua, se comparan las tiendas en MLC con ese recurso extremo también equivalente a lo que suele denominarse Clavo Caliente.

 

 

El vice primer ministro Alejandro Gil Fernández  dice:

El antecedente de las tiendas en MLC viene por una disminución de la oferta en pesos, la aparición de productos importados en el mercado informal, y un reclamo por la fuga de divisas, que no podíamos permitir y debíamos redireccionarlas a nuestro desarrollo.

En el comentario de Joel García León titulado ¿Y el anillo del dólar pa’ cuándo? afirma:

Las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) han sido una vía para captar remesas

El viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández  dice:

Las tiendas en MLC permitieron recuperar la confianza de proveedores y recuperar contratos. Vino la COVID-19 y nos reforzó la necesidad de garantizar toda la remesa posible para el país. Usamos esa divisa para abastecer el mercado en pesos cubanos. Hay empresas que subsisten debido a que pueden vender en MLC.

Y agrega Joel García León:

La tasa cambiaria en nuestras calles, la fa­mosa venta de dólares y euros para luego poner en tarjetas MLC o para salir del país en viajes personales, se dispara desenfrenadamente.

También asegura Joel García León que esta pura especulación cambia­ria tiene:

una expresión directa en los produc­tos que adquiere la población, tanto por la vía formal de las tiendas en MLC como en productos del agro, cárnicos o cuando disfruta de servi­cios en negocios privados.

Joel García León valora:

al tra­bajador le alcanza menos su salario

Y recoge el sentir popular cuando expresa:

Este tema es vital re­solverlo porque forma parte de esa vida diaria, en la que le va también la credibilidad a nuestro sistema po­lítico, económico y social.

E informa:

Se debaten los especialistas en posibles solucio­nes con una, dos, tres y hasta cua­tro variantes

 

[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=KlxrcaX_Xm0″ width=»520″ height=»460″ title=»Fernández Gil explica las tiendas MLC en la Mesa Redonda»]

 

De los comentarios digitales traemos estos a bordo:

Pablo Emilio dice:

Los cubanos de a pie, que somos mayoría, vemos con muchas dudas el desnivel real que tiene nuestra economía, sabemos del esfuerzo estatal por mejorar la situación alimentaria, con los niños y abuelos en casa todo el día, los precios de la canasta y otros accesorios, hacen que la familia de a pie, se las tenga que ingeniar; queremos nuestro sistema y lo defenderemos como sea, pero no olvidemos que los enemigos de adentro y de afuera están al acecho, esperando cualquier desliz político, para sembrar la duda y la división.

Carlos dice:

Independientemente de lo mal estructurada y manejada que está nuestra economía (si es que se le puede llamar economía a decenas de conceptos económicos mal aplicados por años, debido en gran parte a una economía excesivamente centralizada con sus justificación o no y en la cual podían opinar, disponer o cambiar su cometido quien fuera llamado empresario, en función del » funcionamiento» de una empresa del nivel que fuese) la inflación desmedida que sufre el país, si no se toman medidas urgentes irremediablemente el futuro cercano es incierto.

Muchos no creen que el bloqueo nos hace tremendo daño, el ministro de Economía en la Mesa Redonda dio algunos ejemplos de cómo se están comportando los precios y las compras en el mercado foráneo. Quizás muchos crean que la inflación es exclusiva de Cuba. Sería muy bueno que con datos más explícitos y con más cantidad de ejemplos, en una Mesa Redonda se le dé a conocer al pueblo, con datos actualizados, los malabares que tiene que hacer Cuba para poder, hasta ahora, mantenernos en pie.

Nos estamos enfocando en cosas reales: que si puedo o no puedo comprar tal o más cual cosa, que si las galleticas y los caramelos para los niños, que si las tiendas en MLC, etc, etc, etc. cuando en un país sin recursos, sin producción variada para surtir el mercado, con límites de importación, y para colmo autorizando la oferta y la demanda como ente regulador del movimiento interno de la economía, suplantando el papel protagónico del Estado en este sentido; claro que sufriremos una inflación desmedida e incontrolable por tiempo indefinido. Por el momento será muy difícil ponerle el cascabel al gato.

 

 

En resumen: Como afirmó en su comparecencia en la Mesa Redonda el vice primer ministro Alejandro Gil Fernández, las tiendas en MLC son:

una tabla de salvación y una medida que necesitamos.

Y explica:

Tenemos dos vías de utilización de esas divisas: hacia productores nacionales y, de la utilidad de la tienda, financiar importaciones para vender en pesos. Es una medida que persigue captar remesas, eliminadas por parte del gobierno estadounidense.

El propósito real fue cortar las remesas y que no pudiéramos atraer divisas al país en un escenario sin turismo. No podíamos mantener una estabilidad de oferta y bienes básicos en moneda nacional. Para hacerlo necesitamos captar esa divisa, y la única manera es con las tiendas en MLC. Comprendemos la preocupación de personas revolucionarias que consideran que no somos totalmente justos. Es una tabla de salvación y una medida que necesitamos.

En cuanto a hasta cuándo navegar en esa tabla, Gil Fernández dice:

Trasladamos con total transparencia que no podemos prescindir de ella hasta que se recupere la economía y que el peso cubano adquiera poder adquisitivo.

Puede acceder a Guaguas anteriores desde aquí y en caso de querer enviarnos algún mensaje por correo electrónico, esta es la dirección laguaguatr@gmail.com

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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