La XXXVI Asamblea Ordinaria del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), con sede permanente en Panamá, tendrá lugar este viernes 11 de febrero con el objetivo de analizar el panorama de la región tras las afectaciones de la pandemia de la COVID-19, y elegir las autoridades de la mesa directiva y el consejo consultivo para el período 2022-2024.
Según las plataformas oficiales de la organización parlamentaria, para el acto de apertura del evento – al que deberán asistir representantes de los congresos y asambleas nacionales de 23 países latinoamericanos – han confirmado su participación delegaciones invitadas de Marruecos, la Unión Interparlamentaria Africana, Turquía, Belarús, Unión Interparlamentaria (UIP) y otros parlamentos subregionales.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Dra. Alicia Bárcena, tendrá a su cargo una Conferencia Magistral sobre el tema central de este encuentro, mientras que el presidente del Parlatino, Jorge Pizarro Soto, presentará un informe de las actividades de los órganos de la institución que ya arribó a 57 años de creada.
Asimismo, se discutirán las leyes modelo aprobadas por junta directiva y las comisiones permanentes, así como resoluciones y declaraciones, sobre todo relacionadas a la emergencia sanitaria mundial; se inaugurará una moderna biblioteca, un centro de documentación y un archivo central con la participación de autoridades académicas, parlamentarios y del Reino de Marruecos, miembro observador del organismo legislativo.
Desde el pasado miércoles 9 de febrero se iniciaron las reuniones de las comisiones permanentes y la directiva de comisiones.
Por sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes
Muchos de los temas que, sin dudas, abordará la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena en la jornada inaugural de la reunión del Parlatino de este viernes están contenido en el más reciente informe Panorama Social en América Latina 2021, actualizado en enero pasado por el organismo regional.
Para la CEPAL, América Latina y el Caribe es la región más vulnerable del mundo frente a la pandemia, tras lo cual la tasa de pobreza extrema habría aumentado del 13,1 por ciento de la población en 2020 al 13,8 por ciento en 2021, un retroceso de 27 años, aunque la tasa de pobreza general disminuyó levemente, del 33,0 por ciento al 32,1 por ciento de la población. En otras palabras, la cantidad de personas en pobreza extrema pasaría de 81 a 86 millones y el número total de personas en situación de pobreza bajaría ligeramente de 204 a 201 millones.
“Pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles relativos y absolutos estimados de pobreza y de pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social. La crisis también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, caracterizados por bajos niveles de cotización a la protección social contributiva y muy baja cobertura de la protección social no contributiva”, precisa el informe.
[box title=»Otras conclusiones presentadas por el estudio de la CEPAL» box_color=»#b3c4e8″ radius=»4″]– Hubo un notorio retroceso en lucha contra la pobreza en 2020 y la extrema aumentó por sexto año consecutivo y niveles registrados 27 años atrás.
– En 2020 aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez; se constató un aumento de la desigualdad.
– Esta es una de las regiones del mundo que más tiempo lleva de interrupción de clases presenciales ( 56 semanas de interrupción total o parcial como promedio), generandose brechas en el desarrollo de habilidades cognitivas, pérdida de oportunidades de aprendizaje y riesgo de aumento del abandono escolar. Esto ha impactado también en la sobrecarga de las tareas de cuidado de las mujeres. – La región presenta el mayor número de defunciones informadas por COVID-19 a nivel global, co el 28 por ciento, cifra que seguirá creciendo mientras la pandemia persista.
– Hasta 26 de enero de 2022, solo el 62,3 por ciento de la población de América Latina y el Caribe (unas 408 millones de personas) contaba con un esquema completo de vacunación, uno de los temas en los que la CEPAL ha insistido con mayor urgencia, haciendo un llamado a incrementar los esfuerzos para que a mediados de 2022 todos los países de la región hayan vacunado al 70 por ciento de su población con el esquema completo.[/box]
Claro, para ello, «urge fortalecer los programas de compra de vacunas y los mecanismos de cooperación y coordinación regional, en línea con el Plan de autosuficiencia sanitaria para América Latina y el Caribe aprobado por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y elaborado por la CEPAL».
Para Alicia Bárcena, «La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza. Un nuevo contrato social debe avanzar y fortalecer la institucionalidad de los sistemas de protección social y promover que estos sean universales, integrales, sostenibles y resilientes. Vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos para proteger el bienestar de la población, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad en la región”.
[box title=»Otros aspectos en los que insisten» box_color=»#b3c4e8″ radius=»4″]-La necesidad de un pacto social con un nuevo contrato fiscal con progresividad, acompañado de objetivos muy concretos, como darle sostenibilidad financiera a una protección social universal y con niveles de suficiencia adecuados que incluya al conjunto de la población.
– La reestructuración de los sistemas de salud, avanzar hacia una cobertura universal, con atención oportuna y de calidad para toda la población, y que el Estado actúe como garante del derecho a la salud. – La importancia de transitar hacia una sociedad del cuidado, que supone reconocer que los cuidados son una necesidad universal y a la vez expresan diversidades estructurales como el ciclo de la vida, las condiciones físicas, las condiciones socioeconómicas y de ingresos y las diferencias territoriales.[/box]
“La ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”, ha apuntado Bárcena con preocupación, abogando por mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis sanitaria esté controlada.
“La universalidad, la coordinación interinstitucional e intersectorial, la corresponsabilidad y la sostenibilidad financiera constituyen pilares fundamentales de las políticas integrales de cuidados que precisa la región”, asegura también el informe presentando en febrero último.