Los pasajeros que viajan frecuentemente a bordo de esta Guagua seguramente recordarán el reportaje titulado Bioeléctrica-central Ciro Redondo: Epicentro de millonarias pérdidas (+ Fotos) que generó otro reciente titulado El Ciro se apagó (+ Fotos y Video), en el cual el periodista José Luís Martínez Alejo reporta que el Ciro Redondo, único central avileño que estaba en operaciones, enreda la zafra en Ciego de Ávila.
Y explica:
Pasadas 24 horas entraban los últimos granos dulces al grandioso almacén del central Ciro Redondo que apagó la maquinaria por un mes, según se le informó a su colectivo que siente un malestar más intenso que el de una «paja» en el ojo que no voló del cañaveral, sino desde la aledaña y única bioeléctrica de Cuba.
Esos materiales periodísticos motivaron Comentarios Digitales, de los cuales traemos algunos a bordo:
LCJ dice:
No se debe hablar de aspectos técnicos si no se conocen. La Bioeléctrica es una inversión robusta y compleja. Es normal que una inversión de esta magnitud tenga que ajustar sus parámetros y resultados en la puesta en marcha, etapa en la que se encuentra la inversión. Nada está perdido, no es un desastre ha generado y bien. Ha vendido electricidad a la red. La parte china está corriendo con los gastos de estos ajustes. La planta en el momento que se entregue tiene una garantía de 2 años.
Es por eso que digo que debe saber y conocer para publicar.
El central también tuvo un proceso inversionista considerable. En medio de la pandemia hubo que hacer puesta en marcha de equipos vía virtual, pues no se permitía viajar.
Ambas entidades trabajarán por ajustar sus procesos. Una depende de la otra.
ctjm dice:
Realmente la bioeléctrica de Ciro Redondo tiene que ocupar las páginas de la prensa nacional, y ¿por qué no?, de la extranjera; pero es lamentable que se publique artículos sin investigar profundamente, y lejos de brindar una información fidedigna de las causas de los problemas, se dedique a oír sólo una parte de los protagonistas.
Existen problemas técnicos en la interconexión entre el central y la bioeléctrica que tienen que ser resueltos porque hay que salvar la inversión, y hablo de una inversión, porque es un todo, no concibo separar la agricultura, el central y la bioeléctrica.
Si bien fueron solucionados parcialmente los problemas de contaminación del condensado del central, aún existen problemas. Como refiere el compañero José Carlos en su comentario, la inestabilidad de la molida en el central llevó a consumir más marabú, pues sólo en los dos últimos días hubo sobrante de bagazo, combustible este que no tiene las características de lo pactado para el diseño de las calderas.
El periodista no comenta que en el central hubo cambios después de aprobado el diseño de la planta como: aumento de capacidad de molida diaria, montaje de desfibradora pesada, que además de aumentar la preparación de la caña, aumentó el consumo de corriente del central, montaje de centrífugas, cambio de motores, en fin, no es el mismo central, que si bien se hicieron todos los esfuerzos por AZCUBA de modernizar y equiparar la tecnología a la de la nueva planta generadora, debió tenerse en cuenta que los cambios en la demanda de electricidad afecta el buen funcionamiento.
Las protecciones eléctricas de diseño no se pueden alterar más allá de lo que establecen las normas y la tolerancia de los equipos y conductores. Las características del bagazo difieren a las concebidas en el diseño y de ahí la necesidad de emplear mezcla con marabú, cuya cosecha se realiza con cosechadoras muy eficientes y robustas como las que se necesitan para cortar el marabú de nuestros campos, que además, están certificadas por la entidad competente en el país.
Por más de dos años no se reciben piezas de repuestos para las máquinas por falta de liquidez externa para adquirirlas y el marabú que se ha logrado cosechar ha sido con la inventiva de los trabajadores y el apoyo de otras entidades de la agricultura; pero recuerde que no es lo mismo picar arroz u otros cereales que picar marabú. La zafra del marabú es los 365 días del año y se necesitan repuestos, como también neumáticos para los equipos que transportan la biomasa, que son los mismos desde que se adquirieron, en la gran mayoría.
En resumen, el periodista debió investigar mejor, porque no creo que «el central esté macho» y la bioelectrica no dé la talla» pues el vapor y la corriente no le faltaron al central mientras hubo biomasa, hace falta analizar si lo usaron eficientemente, se aportó al Sistema electroenergético nacional energía que representa un ahorro considerable de diésel al país, eso no se comenta.
Y concluyo con un llamado de la alta dirección del país: hay que salvar al sector azucarero; pero sólo trabajando unidos y dando solución a los problemas lo lograremos.
COMERCIAL dice:
¿A quién culpamos? ¿también al bloqueo?, en parte, pero como dice Buena Fe: la maldita culpa no la tiene nadie y la tienen todos. Hubo estudio de factibilidad de la bioléctrica, estudio de factibilidad de la remodelación del central, estudio de factibilidad para la siembra de plantaciones energéticas, estudio de factibilidad para la maquinaria agrícola de cosecha de la biomasa, estudio de factibilidad para la selección varietal de biomasa (marabú y otras energéticas) estudio de factibilidad de la composición varietal de la biomasa (marabú y otras energéticas), el estudio de factibilidad tecnológico para analizar la compatibilidad de la tecnología (máquinas cosechadoras) con el clima tropical de altas temperaturas, humedad relativa que implica desgaste de la misma) tropicalización de la tecnología)…
La tecnología soviética era muy duradera, marcas como MTZ -80-YUNZ, SNP , ZIL aun están activas y han trabajado en ambientes hostiles, tema garantía y postventa de esta tecnología, en fin todo, se resume a la fase fundamental del proceso inversionista que es la de pre inversión que incluye las ideas conceptuales antes de pasar a la fase de proyecto de ingeniería.
Todo eso lo establece el decreto ley 327 del proceso inversionista y lo relacionado con la inversión extranjera, pero lo fundamental es que no hay caña (bagazo) y no hay biomasa (marabú bastante, pero no se puede cosechar y no reserva de plantas energéticas) y sin esto no funciona ni el central y mucho menos la bioeléctrica; y lo otro, para producir biomasa hay que tener reserva de plantas energéticas y para esto hace falta tecnología de viveros tanto tradicionales como tecnificada.
El periodista José Luís Martínez Alejo, también comenta bajo el título: “La maldita culpa y el problemón:
Caramba, tal parece que la maldita culpa no la tiene nadie del problemón que ha enredado la zafra azucarera, en la central provincia cubana de Ciego de Ávila, donde por suerte, a punto de cerrar un enero frío ideal para sacarle toda la sacarosa a la caña, está activando su maquinaria el central refinería Ecuador, el segundo reloj avileño, porque del primero que fue el Orlando González, solo quedan gratos recuerdos.
Resulta que en el corto trecho entre el central Ciro Redondo y su vecina y única bioeléctrica de Cuba, lo que prolifera es «un tirijala por aquí y por allá», como el estribillo de la canción de la originalísima orquesta de Manzanillo.
Las esperanzas se tornaron grises en ese micromundo empresarial del que se esperaba este año el torrente de azúcar para contribuir a la recuperación de la economía con las necesarias exportaciones y el volumen planificado para el consumo nacional.
No pretendo abundar sobre el asunto porque en esta Web con los títulos Epicentro de millonarias pérdidas y El Ciro se apagó, publicados el 12 de diciembre de 2021 y el 21 de enero de 2022, y en las ediciones impresas del 13/12/2021 y 24/1/2022, respectivamente, se trató el problema de la sincronización, interconexión o intercambio entre las dos industrias antes mencionadas.
Caramba, resulta que ahora parte de la maldita culpa la tiene el periodista porque LCJ dice:
«no se debe hablar de aspectos técnicos si no se conocen…»
Mientras CTJM dice:
«Es lamentable que publiquen artículos sin investigar profundamente…».
Claro, no soy graduado de las especialidades de electricidad, termoenergética, ingeniería agroindustrial y otras afines. Sin embargo, en otros trabajos publiqué el quid de esas inversiones.
Mucho antes de la colocación de la primera piedra, desde que comenzó el movimiento de tierra, fui el primer periodista que habló sobre la bioeléctrica (20/2/2017), la primera piedra (28/4/2017), chequeo a la obra por dirigente nacional (14/4/2018), visita gubernamental (28/11/2019), sincronización por vez primera de la bioeléctrica al Sistema Electroenergético Nacional (19/1/2020).
¿Hay que seguir explicando en cada trabajo periodístico todas las aristas técnicas de una inversión robusta y compleja, de una joya que es la bioeléctrica, como suelen afirmar en comentarios digitales algunos especialistas de esa planta?
Mi opinión en los nuevos reportajes fue acerca de cómo una obra multimillonaria en gastos, genera millonarias pérdidas económicas a dos años de su puesta en marcha. Esta inversión se construyó sobre la tumba de otra millonaria perdedora fábrica de cera cruda que tampoco dio la talla, reitero este término aunque no le guste a algunos de los bioeléctricos.
Y de economía sí tengo nociones elementales porque, antes de ejercer el periodismo, estudié y trabajé en las ramas de la contabilidad, la planificación y la estadística.
Eso sí, mis publicaciones llevan en el crédito todas las letras de mi nombre y apellidos, no uso iniciales o seudónimo para expresar mi criterio.
No obstante, quiero utilizar la opinión de quien suscribe sus comentarios digitales como el COMERCIAL, pues este reportero no hizo los estudios de factibilidad para la posterior construcción de la bioeléctrica, de la siembra de los bosques energéticos, de la maquinaria para la obtención de biomasa de marabú, de la modernización del central Ciro Redondo…
¿Quién tiene la MALDITA CULPA del PROBLEMÓN?
En resumen: Queda abierto el diálogo en el cual todos podemos participar para construir opiniones que contribuyan a evitar tropezar nuevamente con la misma piedra en futuras inversiones.
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