Poco a poco, con ciertos altibajos en algunas etapas, el canal generalista Cubavisión ha ido perfilando la programación de los domingos en el horario estelar después del Noticiero de las 8:00 p.m. Es un espacio de gran teleaudiencia y amerita un esfuerzo redoblado.
El policiaco Tras la huella ha marcado en buena medida ese segmento, pero las dinámicas de producción no permiten que se cuente siempre con estrenos. Y las reposiciones, a esa hora y en ese canal, no deberían ser la pauta.
La decisión de alternar el policiaco con otra serie de realización nacional nos parece acertada, aunque pueda resultar chocante para parte del público. Pero más que de un género específico, esa podría ser la hora del dramatizado cubano, de las series hechas aquí.
Los estudios de audiencia resaltan la necesidad de diversificar la naturaleza del dramatizado cubano: no solo de telenovelas vive el público. Y en lo que se concreta la ya vieja aspiración de la frecuencia diaria para el folletín de turno (lo hemos escrito muchas veces: alternar telenovelas cubanas y brasileñas en el mismo horario no es lo ideal, las telenovelas están concebidas generalmente para una frecuencia diaria), en lo que se consolidan esquemas de producción que garanticen estrenos permanentemente es bueno contar con un espacio fijo para las series cubanas, independientemente del género.
Calendario, la propuesta de Magda González Grau, ha generado un interesante debate en las redes. Es temprano para aventurar conclusiones definitivas (ya comentaremos con más calma y elementos), pero algo se hace evidente: el salto de calidad en la factura.
Ojalá estas producciones (a las que habría que sumar no pocos unitarios y también en alguna medida la telenovela del momento, Tú, de la que, por supuesto, hablaremos) consolidaran estándares en la realización audiovisual. Ese continúa siendo el talón de Aquiles del dramatizado cubano: la puesta en pantalla. Por esa razón, fundamentalmente, no es todo lo competitivo que pudiera ser en el panorama de la región.
Siguiendo con el domingo: ya hay espectáculo musical. Son cubanos se suma a la larga lista de programas que se han consagrado a la socialización de la música popular bailable en este país. Ciertamente no hay grandes innovaciones; aunque es una propuesta digna.
A los programas musicales de este tipo en Cuba les cuesta abandonar la estructura básica (presentación de las orquestas, pequeñas entrevistas); se regodean en lo que se asume como funcional y no suelen explorar otros caminos.
Al espectáculo le vienen bien importantes dosis de sorpresa. Los mejores programas musicales de la historia de la Televisión Cubana dinamitaron muchas veces la convención.
Pero más allá de su previsibilidad Son cubanos es una buena opción para los domingos. Ese día conviene un poco de sosiego, la pirotécnica debería desplegarse el sábado en la noche.
Y no se despliega…
La tira dominical nocturna en Cubavisión está bien concebida, pero el sábado todavía no acaba de cuajar. Una buena propuesta antes de las películas de toda la vida serían los grandes concursos que organizaba RTV Comercial (afectados por el impacto de la pandemia); pero esos concursos tampoco garantizan una presencia permanente en la parrilla. La deuda no acaba de saldarse. Habrá que ponerle más empeño.
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