El 19 de este enero menos invernal fue un día gris en el avileño poblado de Pina: Un amanecer nublado, el cese del ajetreo de los camiones zafreros, la liquidación de la materia prima molible que no escapó por los agujeros del derroche de carros jaula con puertas abiertas y el murmullo de los trabajadores azucareros: «Nuestro central está ‘macho’, pero la bioeléctrica no da la talla…».
[row][column size=»1/2″ center=»no» class=»»]Pasadas 24 horas entraban los últimos granos dulces al grandioso almacén del central Ciro Redondo que apagó la maquinaria por un mes, según se le informó a su colectivo que siente un malestar más intenso que el de una «paja» en el ojo que no voló del cañaveral, sino desde la aledaña y única bioeléctrica de Cuba.La planta generadora de energía no logró la probabilidad anunciada recientemente de elevar la mezcla combustible a 80 % de bagazo y 20 % de biomasa de marabú, debido al déficit de esta última por el deterioro de las cosechadoras de los espinosos arbustos.
Menos aportaron los bosques energéticos. La existencia de algo más de 307 hectáreas sembradas, de unas 3 mil 742 que debían estar plantadas, denotan que la Empresa Agroforestal no cuenta con viveros tecnificados de posturas de árboles que requieren de cinco y más años para su explotación. Y de la caña energética ni se habla. El tiempo pasa y el marabú se acaba, de esto se habló hace pocos días
Ahora el ingenio llamado el Coloso del Centro, el más modernizado del país, con un cuarto nivel de automatización, pide comida y la caña se ha puesto a tres trozos, cuando crece la lista del personal interrupto en la tercera contienda al hilo con el sinsabor del incumplimiento.
Queda solo activa en la fábrica de azúcar la gestión productiva de un grupo de obreros para envasar en sacos de nailon las 2 mil 303 toneladas elaboradas en 11 jornadas de labor, cifra que representa el 3,7 % del plan total para la presente temporada. La producción de crudo no superó el 16 % en la campaña 2020-2021.
[/column] [column size=»1/2″ center=»no» class=»»] [/column][/row]Así la economía pierde oportunidades en el empeño por recuperar los 330 millones de pesos invertidos allí, gran parte de ellos en divisas para la conformación de infraestructura, finanzas usadas en la construcción de la bioeléctrica y la modernización del central, ambas entidades sin significativas retribuciones con energía y azúcar.
De esta manera, en el epicentro de millonarias pérdidas ( 92 millones el central, más de 112 millones la bioeléctrica y otras entidades empeñadas), Ciro Redondo se convirtió en el más perdedor entre los 10 municipios de la provincia de Ciego de Ávila, en el 2021.
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