Manuel Santiago Sobrino, ministro de la Industria Alimentaria de Cuba, ponderó hoy el quehacer de los afiliados al sector para responder a los imperativos de la producción de alimentos en un año muy complejo para el país.
El ministro manifestó su reconocimiento en una misiva dada a conocer este miércoles en el acto nacional que aconteció en Sancti Spíritus para marcar el inicio de la jornada por el Día del Trabajador de la Industria Alimentaria, que se celebra el 25 de enero.
De acuerdo con la carta, firmada además por Jorge Luis Fajardo, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca, el 2022 será un calendario también muy difícil, y por ello serán primordiales la sistematicidad, la planificación, el control eficiente de los recursos, la sustitución de importaciones y el ahorro de recursos en todas las áreas.
Pese a cualquier adversidad, este es un sector que no se rinde y que seguirá apostando a las alianzas con otras ramas de la economía para satisfacer sus planes, refirió además el texto, en el se exhorta a un mayor aprovechamiento de las capacidades instaladas y a potenciar la labor de los innovadores y racionalizadores.
En medio de un periodo marcado por las afectaciones de la COVID-19 y las limitaciones de recursos, la Empresa Cárnica Sancti Spíritus, sede central del acto, respondió en el 2021 a las necesidades de la canasta familiar normada, con el aporte de casi tres mil 900 toneladas de alimentos, suceso que la distinguió en el país.
También cuentan entre sus resultados con el envío hacia la capital cubana de más de 631 toneladas de carne de res deshuesada destinadas a niños y dietas médicas, y con el apoyo a las instituciones educacionales, de Salud y otras que funcionaron como centros de aislamiento para pacientes sospechosos y positivos en coronavirus SARS-CoV-2 y a sus contactos.
Todo ello, sin descuidar los compromisos con el Turismo, el comercio y la gastronomía y otras esferas.
Donys Gómez, director de la Empresa Cárnica Sancti Spíritus, manifestó que estos dividendos tienen como base principal la innovación tecnológica y la entrega de los colectivos, con distinción para los aniristas, cuyas inventivas mantienen de alta equipos muy longevos y posibilitaron sustituir materias primas deficitarias en las formulaciones de productos para no detener la entrega de alimentos a la población.
Durante la conmemoración, se impuso la Distinción Pedro Marrero a trabajadores con más de 20 y 25 años de quehacer destacado en el sector, y se reconoció a las mejores Unidades Empresariales de Base (UEB).
Igualmente, se otorgó un sello especial a Gregorio José León, de la UEB Bebidas y Hielo, y a Diosdado Albelo Rodríguez, de la Alimentaria Cabaiguán, por su labor distinguida e ininterrumpida durante más de 50 años en el sector. (Tomado de ACN)
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