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La luz tras el encierro

“Aún no me explico por qué lo hice, pero lo hice. Y me costó una sentencia de seis años de privación de liber­tad. La prisión es dura. Pero más duro era saber que mi viejita estaba sufriendo y que dejaba de alimentar­se para llevarme comida cuando me correspondía la visita. Pero un día se hizo la luz y me dijeron que por mi buena conducta me darían la libertad anticipada y me asignarían un trabajo”.

Foto: imprimeconstrucion.com

Enriquito menciona esas frases entre sollozos. Su mamá lo mira atentamen­te y las lágrimas le brotan. No digo una palabra. Es su único hijo. Cuando llegué a la casa, muy ordenada, por cierto, me expresó: “Mi hijo cometió un delito, pero no es un delincuente”.

“Salí de la prisión y me dijeron que trabajaría en una empresa de la cons­trucción, como ayudante de albañil. No lo pensé dos veces y al día siguiente me presenté en la brigada. Lle­gué apenado, cabizbajo… Pensé que me rechazarían, que me mirarían con ojos torcidos. Sin embargo, no fue así. Me esperaba el jefe de la brigada y el secretario general del sindicato. Como es lógico, me ‘leyeron la car­tilla’. Me pusieron a trabajar con Ignacio, un albañil que no tiene horas de descanso y es muy buena gente. Casi no habla. Lo de él es tirar mez­cla y avanzar. Ya es un pa­dre para mí. Conversamos y me aconseja. Hasta fue a mi casa a conocer a mi viejita. Sé que tengo que cumplir y portarme bien”.

La Constitución de la República de Cuba, en el Artículo 31, señala: “El trabajo es el valor primor­dial de nuestra sociedad. Constituye un derecho, un deber social y un motivo de honor de todas las perso­nas en condiciones de tra­bajar…”.

Y el Código de Trabajo, en una de sus partes, apun­ta: “(…) Todo ciudadano en condiciones de trabajar tiene derecho a obtener un empleo atendiendo a las exigencias de la economía”.

Una investigación rea­lizada en la Facultad de Derecho de la Universidad Marta Abreu, de Las Villas, abordó el tema de la vincu­lación laboral de los sancio­nados y la repercusión de los procesos de resocializa­ción comunitaria en Cuba.

El estudio reconoce un cierto rechazo y estig­matización hacia quienes han delinquido y examina el importante papel que desempeñan en la sociedad el denominado trabajo co­rreccional con internamien­to y sin internamiento y la li­bertad anticipada, junto con la asignación de un empleo. En este último caso a quienes son beneficiados les llaman insertados y son controlados por un juez de Ejecución.

La Central de Traba­jadores de Cuba (CTC) ha asumido con empeño la atención a aquellos que sin haber cumplido la sanción se integran a un colectivo laboral, bajo la atención directa y diferenciada de la sección sindical y los ac­tivistas seleccionados, para lograr la transformación de la conducta sin que la persona sea discriminada por el delito cometido.

Al sindicato le corres­ponde llevar un constan­te control de la actitud del sancionado, analizar con él los errores en que incurre y brindar información al juez de Ejecución semestralmen­te sobre el comportamiento mantenido.

En análisis sobre el tema en la dirección provincial de la CTC en Cienfuegos tras­cendió que, no obstante la atención y tratamiento a los insertados, aún esto resulta insuficiente y deben fortale­cerse.

Están en esta condición mil 216 cienfuegueros, de quienes el 99 % está sindi­calizado. De ese total mil 205 laboran en el sector es­tatal y 186 en el no estatal.

Mayté Yera Santana, secretaria general de la CTC en el territorio, indi­có que la labor con ellos en ocasiones es muy formal, por lo que debe mejorarse el trabajo de las organizacio­nes sindicales en la base.

“En los activos sindicales hay que promover el análisis del tema, pues hay lugares donde las administracio­nes ofrecen resistencia para ubicarlos. Cuando ya están laborando deben cumplir el reglamento disciplinario y las disposiciones estableci­das. Vale la pena el empeño”.

Una muestra de las de­bilidades que persisten es que en ese territorio ocu­rrieron el pasado año 11 revocaciones, lo cual en tér­minos reales es una derrota, pues esos sancionados vuel­ven de nuevo a la prisión y queda abortado el interés porque cumplan la sanción en libertad plena y vincula­da directamente al trabajo, como está permitido.

Yosvany López Morei­ra, secretario general del buró provincial del Sin­dicato Nacional de Tra­bajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros (SNTAFT), uno de los sec­tores con más insertados, explicó que ellos partici­pan en todo lo que acontece en los colectivos laborales y son una fuerza que cuenta con una alta estimación.

Enriquito fue al cuarto de la pequeña casa. Regresó con un cuadro en las manos. “Mire”, me dijo. Leí. Un re­conocimiento de la adminis­tración y la sección sindical por su destacada actitud en la construcción de un edifi­cio multifamiliar terminado a finales del año 2021. “Esto vale más que el oro. Mi vieja lo tiene al lado de su cama, como un regalo. Al final de la sanción, que será pronto, seguiré en la brigada. Ya tiro mezcla casi igual que Igna­cio y hasta enchapo baños y pongo lozas”, afirmó.

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