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Energía científica al turismo y la agricultura de Holguín

Sobre la ciencia, el notable físico alemán Max Planck aseveró que es “la progresiva aproximación del hombre al mundo real”. Esa condición de especial catalejo es, a no dudarlo, de los principales motivos que mantiene ocupados a hombres y mujeres de la Universidad de Holguín en la realización de innovaciones que responden a las demandas socioeconómicas del territorio.

 

El proyecto holguinero beneficia energéticamente a dos sectores estratégicos de la provincia y el país. Foto: Cortesía de la Fuente

 

Entre esos estudiosos está el doctor en Ciencias Técnicas Gabriel Hernández Ramírez, profesor titular de la Facultad de Ingeniería, quien comanda uno de los proyectos territoriales que tributan al anhelado cambio de matriz energética, programa adscripto al Citma.

 

El Doctor en Ciencias Técnicas Gabriel Hernández asegura que con visión y voluntad puede lograrse el cambio energético que se quiere y se necesita en el país. Foto: Lianne Fonseca

 

El estudio, denominado  “Desarrollo de las fuentes renovables y uso eficiente de la energía en los sectores estratégicos agricultura y turismo en la provincia Holguín”, inició en marzo del 2021 y hasta la fecha ha permitido diagnosticar problemas energéticos en esas ramas vitales de la economía y concebir sistemas funcionales que reviertan la situación y generen ganancias por concepto de ahorro.

Beneficios para la industria del ocio 

Hernández Ramírez explica que “la primera parte del proyecto, planificado hasta el 2024, consistió en el diagnóstico energético a instalaciones hoteleras y fincas familiares. El principal objeto en el caso del turismo fue el Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca, por ser la instalación turística de mayor consumo eléctrico de la provincia. Allí se hizo un diagnóstico energético y se identificó dónde, cómo y cuánta energía se gasta.

“Uno de los elementos fundamentales observados fue que el consumo se decide en las habitaciones, donde se usa entre el 61 y el 75 por ciento de la energía, debido sobre todo a los sistemas de clima e iluminación. No obstante, también se hicieron diagnósticos en otros hoteles como El Almirante, Las Brisas, el Bosque, Caballeriza. A partir de ahí se diseñó un sistema inmótico que permite el ahorro hasta de más de un 52,8 por ciento de la energía”.

 

La ejecución del proyecto en el sector del turismo, en el que se enroló con fuerzas el joven Israel Castro Rodríguez, puede reportar muchos beneficios económicos a través del uso eficiente de la energía. Foto: Lianne Fonseca

 

El ingeniero en Telecomunicaciones Israel Castro Rodríguez, maestrante de la Casa de Altos Estudios y participante en el proyecto, después de aclarar que un sistema inmótico alude a la gestión inteligente de edificaciones, precisó que tras varios días de estudio en las instalaciones hoteleras “vimos que el comportamiento de los clientes es muy similar en los diferentes hoteles. Llegan a la habitación, encienden todo y se van, el período de tiempo que permanecen en la habitación es mínimo. Hicimos mediciones en una habitación y el consumo es similar a si estuviera el cliente allí.

“Nos dimos a la tarea de buscar una solución y creamos un sistema de control ocupacional que permite establecer en tiempo real la presencia o no de los huéspedes en las habitaciones. Entonces, cuando estas quedan vacías esperamos un tiempo configurable y automáticamente se apagan el clima y las luces. El sistema utiliza un microcontrolador, censores y actuadores”.

El profesor Hernández Ramírez subraya que “todos los cálculos demuestran que se ahorra más del 50 % del consumo de energía del hotel. El costo de implementación del sistema en 100 habitaciones puede costar al hotel un millón y medio de pesos, pero al año de implementado se habrán ahorrado casi seis millones. O sea, en menos de un año se amortigua la inversión. Es de lamentar que a raíz de la COVID-19 la ejecución del sistema se ralentizara”.

Imprimiéndole energía también a la agricultura

El proyecto holguinero, por suerte, se extendió también hacia la agricultura, sector en el que se diagnosticaron, al decir de Gabriel, sistemas de riego ineficientes y autoconsumidores, derroche de agua y otras situaciones desfavorables para alcanzar los niveles productivos que necesita el territorio, como el hecho de que algunos campesinos dejara de regar tras el incremento de la tarifa eléctrica.

Ello conllevó a que el proyecto se enrumbara a la implementación de fuentes renovables de energía, para lo cual fue muy importante la integración con el proyecto BiomasCuba, que contaba con paneles solares, que se implementaron en viviendas aisladas y fincas de las zonas de Velazco y Urbano Noris.

Sobre los resultados, Israel comenta que aparte del ahorro energético que implica el uso de paneles solares, es innegable el beneficio añadido que tienen, pues pueden instalarse en las tierras alejadas de los tradicionales suministros de electricidad, en las que a pesar de existir pozos resulta imposible bombear el agua.

Las innovaciones realizadas, tanto en el turismo como en la agricultura señalan, con letras rojas y en mayúsculas, el camino que deben seguir ambos sectores en materia energética. Más, lograr que los análisis científicos expresen sus beneficios cotidianamente depende de muchas otras voluntades y energías. Pero, Gabriel es optimista y afirma que “Holguín puede lograr ese cambio”.

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