Hay consejos (supuestos consejos) que se dan con superficialidad e irresponsabilidad, hasta los ha habido con malas intenciones, pero no dejan de existir los consejos verdaderos que podrán detener esta oleada de casos positivos a la COVID-19.
En los inicios de la entrada de la enfermedad al país, había quienes adoptaron poses de «consejeros» en cantidades que estaban por encima de una cifra que pudiera calificarse de soportable, pues abundaban en las redes sociales y también alcanzaron calles, centros de trabajo, hogares…
Hay que admitirlo, consiguieron desestabilizar a un número de personas que retornaron a la calma en la medida en que notaron la ejecución de un plan cubano elaborado con suficiente antelación para enfrentar un fenómeno para el cual, se admite, la humanidad no estaba preparada.
Había «aconsejadores» radicados en el exterior que miraban unos metros más allá y lo que veían era lo que irresponsablemente decían que debía de hacerse en Cuba, país que tomó experiencias de otras naciones y las adecuó a las condiciones existentes y previsibles.
Como no se procedió exactamente como dijeron, vaticinaron que sobrevivirían muy pocos en esta isla caribeña, y hasta alguien expreso: «Si eso les cae ahí, con el hambre que están pasando, no queda nadie.»
Al volver sobre aquellos post, notamos que un mismo consejero se contradecía: Si Cuba no abría las fronteras, pronosticaba que sucumbiríamos ante la escasez, y al realizarse la apertura, predecían que entrarían portadores de la enfermedad que contagiarían a toda la población.
Tanto en un caso como en el otro, pronosticaban que si no se seguía su consejo, no quedaría nadie con vida, pero tal vez los que más lástima despertaron fueron aquellos malintencionados que hasta expresaron burlas acerca del empeño de los científicos cubanos por lograr vacunas nacionales.
Y en estos momentos en que el mundo está ante una nueva oleada causada por la variante Ómicron de la cual Cuba no escapa, esos inmunógenos propios son los que han modificado el escenario para hacerlo favorable en el combate cubano de este 2022.
Con el análisis de los modelos matemáticos se pronostica en Cuba, para las próximas semanas, que continúen creciendo los casos diarios, aumente la incidencia, pero no la letalidad.
Los datos son aportados por expertos y científicos inmersos en las actividades de ciencia e innovación tecnológica para el enfrentamiento al nuevo coronavirus.
Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana dice:
Los números hablan de una situación epidemiológica que tiende a complejizarse. La población cubana, sin embargo, tiene consigo una «mayor fuerza» a partir de la campaña de vacunación, pero esa ventaja debe ser acompañada con el cumplimiento de las medidas sanitarias, de forma tal que la enfermedad no alcance cifras alarmantes de propagación.
Estamos en el comienzo de una nueva ola de contagios y a largo plazo crecerán las cifras de casos activos si no se siguen las medidas correspondientes.
En cuanto a esas medidas, el presidente Díaz-Canel dice:
La vacuna salva pero es preciso ayudarla con una actitud que no descuide las medidas implementadas en estos duros tiempos de contagio.
Yo creo que por la situación en que estamos y por la manifestación que está teniendo la enfermedad no tenemos que actuar necesariamente igual a como actuábamos antes: ahora hay que darle importancia al ingreso domiciliario, pero (tiene que ser) un ingreso domiciliario adecuado, preciso, profundo, eficiente.
El llamado del también Primer Secretario del Partido fue continuar reforzando la vigilancia epidemiológica, mantener con máxima disciplina las medidas higiénico-sanitarias e incrementar la autorresponsabilidad, la conciencia individual y colectiva.
El Ministro de Salud Pública dice:
Para avanzar en la consolidación de resultados que nos lleven a un control cada vez más efectivo de la epidemia, resulta imprescindible actuar con disciplina, responsabilidad y total apego a los protocolos establecidos, elementos esenciales para evitar que el sistema de Salud colapse y se ponga en riesgo la vida de los cubanos.
En resumen: Las predicciones sobre la cantidad de casos se están cumpliendo, resta por hacer realidad lo que se estima que puede ocurrir si actuamos con responsabilidad individual y colectiva ante esta nueva oleada.
Por sentido común se comprende la necesidad de cumplir esas medidas aconsejadas que han sido diseñadas con mucha ciencia, aunque no siempre se respetan, pero como dice el dicho: si no escuchamos estos consejos, no llegaremos a viejos.
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