El registro de innovaciones y los ingresos que por ese concepto acredita la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) ya superó el resultado del pasado año, lo que solo en 2020 se tradujo en más de 400 millones de pesos ahorrados por inventivas aplicadas por los trabajadores cubanos.
Así trascendió este miércoles en el Pleno del Comité Nacional de esa organización, que tuvo lugar en el Palacio de los Trabajadores con la participación de Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC.
Según expresó en el informe central Alfredo Machado López, presidente saliente de la Anir, el año pasado se incorporaron 199 entidades más en todo el país a esas iniciativas para mantener la producción y los servicios, acción que demuestra la voluntad, el compromiso y la importancia de los trabajadores para sortear las limitaciones financieras y materiales que impone el bloqueo y la pandemia de Covid-19
En el año más difícil, hubo la respuesta mayor, concluyeron los asistentes al pleno, donde se chequearon las estrategias para aprovechar mejor la labor innovadora, favorecida por importantes decisiones estatales, y que todavía tiene muchas reservas por explotar, incluyendo los ingresos directos a la organización, que ya superan los 8 millones de pesos anuales.
En el transcurso de este año la Anir consiguió satisfacer el viejo reclamo de incrementar la cuantía de remuneración a los innovadores, que ahora puede alcanzar hasta los 80 mil pesos, en dependencia del efecto económico de la solución implementada por sus integrantes.
Además se estableció que la organización recibe el 4% de ese efecto económico para su funcionamiento, el doble de lo que establecía la anterior ley, que en agosto de 2021 fue sustituida por el Decreto Ley 7 del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, junto con su Reglamento (Decreto 40) y la Resolución 212 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Aprovechar esos cambios para incrementar el control sobre las innovaciones que se producen en toda la base productiva y de servicios, reactivar la vida orgánica de la Anir afectada en parte por la pandemia, e incrementar la estimulación y reconocimiento a los aniristas, fueron planteamientos de los miembros de su comité nacional en el debate.
Aporte es la palabra clave de la Anir, enfatizó el secretario general de la CTC, al resaltar que la obsolescencia tecnológica en no pocas industrias y las afectaciones en la importación de partes y piezas, como resultado de la difícil coyuntura de los últimos dos años, sitúa a esta organización en la vanguardia del esfuerzo por maximizar la eficiencia económica en el país.
Emotivo resultó el reconocimiento al presidente de la Anir en los últimos 11 años, Alfredo Machado López, a quien el comité nacional acordó liberar de su responsabilidad, y que fue condecorado con la Orden Lázaro Peña de tercer grado, que otorga el Presidente de la República, la cual le impuso Ulises Guilarte de Nacimiento.
En su lugar, fue elegido Lidier Águila Machado, actual vicepresidente del buró nacional de la Anir, con una destacada trayectoria en el movimiento sindical.
Para el cargo de vicepresidenta fue promovida Iris Maite Lorenzo Silva, quien encabezaba hasta el momento el buró provincial de la Anir en la oriental provincia de Las Tunas.