Una de las medidas de carácter laboral implementadas en el país ante la pandemia provocada por la COVID-19 ha sido el incremento de la cantidad de personas que trabajan a distancia o realizan el denominado teletrabajo, en dependencia, claro está, de las condiciones tecnológicas que dispongan en sus hogares.
La Ley que regula esas modalidades entró en vigor el 1ro de abril de 2020.
De acuerdo con el último informe emitido por la esfera de asuntos laborales del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en Cienfuegos, existían 23 mil 524 trabajadores a distancia y mil 084 con teletrabajo.
En la valoración del documento señalaron que las principales ventajas están en la reducción del tiempo de desplazamiento de la casa al empleo y viceversa, trabajar sin que resulte imprescindible la presencia física en el centro, planificar la labor de manera autónoma y erradicar las llegadas tardes y ausencias.
No obstante, afirmaron que evidentemente ese estilo de labor trae mejoras para el empleador y el empleado, pero ha existido resistencia para aplicarlo por parte de algunas administraciones. La solución en ese sentido es utilizar adecuadamente el Convenio Colectivo de Trabajo y reflejarlo en su contenido.
También indicaron que el sindicato debe mantener una relación estrecha con quienes realizan el teletrabajo o el trabajo a distancia.
Mayté Yera Santana, secretaria general del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en Cienfuegos, afirmó que ambas formas constituyen una práctica bastante generalizada en el mundo, por lo que resulta difícil admitir que haya resistencia por parte de direcciones administrativas.