La escalada del Barça de Xavi en LaLiga quedó frenada al tercer partido por un buen Betis, que ganó en el Camp Nou y se consolida en la zona alta de la tabla. Un gol de Juanmi cuando más lanzado estaba el conjunto barcelonista buscando el gol del empate sentenció al conjunto barcelonista, que mereció más después de reaccionar con el impulso de Dembélé, revulsivo barcelonista en la segunda parte tras una fase de dominio bético. Tras un buen arranque, como es habitual, al Barça le faltó continuidad y se vio superado por un Betis ambicioso. Cuando el Barça reaccionó, tras un gol anulado por fuera de juego al propio Juanmi, y estaba mejor, llegó el jarro de agua fría.
El gol de Juanmi decidió un partido jugado a golpes de estado anímico, con puntos de inflexión que fueron determinando la actitud de los equipos. La conmoción de Gavi sumió al Barça en el desconcierto y dio paso a los mejores minutos del Betis; después el gol anulado a los béticos les sumió en la frustración y el Barça tuvo sus mejores minutos; y, justo entonces, cuando la entrada de Dembélé había dinamitado el choque a favor del Barça, una transición pésimamente defendida tras un córner a favor hundió definitivamente al Barça con el gol de Juanmi a pase de Tello.
Un arranque frenético de partido, con dos equipos determinados a dominar el juego, aportó de entrada intercambio vertical con un ritmo alto, pero también cierta dosis de imprecisión en la resolución de las jugadas. El Betis se asomó pronto al área de Ter Stegen con un cabezazo flojo de Juanmi, mientras el Barça repitió su excelente voluntad ofensiva, con implicación de todos a la hora de presionar, alta intensidad y juego por las bandas: Abde por la derecha y, por la izquierda, un Coutinho muy enchufado que aportó exquisiteces técnicas como un sombrero y un túnel para desequilibrar al Betis.
Tanto es así que el brasileño generó la primera gran ocasión del Barça y del partido, al culminar con un remate al primer toque una gran jugada colectiva con centro final de Jordi Alba, en la que Gavi, inteligentemente, dejó pasar la apertura hacia el lateral de L’Hospitalet por estar en fuera de juego.
El meta Rui Silva detuvo el remate del brasileño. Primer punto de inflexión. A partir de ahí, el Barça se fue difuminando poco a poco, otro patrón de los partidos del conjunto azulgrana. El Betis dio un paso al frente, sus centrocampistas empezaron a ganar la zona ancha, con Busquets empujado hacia posiciones retrasadas y Nico extrañamente impreciso, y encontró por el ala derecha del Barça un pasillo por el que el lateral Álex Moreno hacía daño. Claro que solía topar con un muro llamado Araujo en el área barcelonista cuando Canales, Guido, Guardado o Rubial se asociaban y trataban de llegar con peligro.
Lo cierto es que el Barça, pese a que ya no generaba arriba como al principio, tampoco había cedido grandes oportunidades de gol al Betis, gracias a la concentración defensiva de sus dos centrales. Pero entonces, por si el conjunto azulgrana tuviese pocas bajas, un fuerte rechace de Bellerín impactó en la cabeza de Gavi y el mejor del equipo azulgrana dejó el partido al poco rato. Otro punto de inflexión.