El Bayern-Barça del próximo 8 de diciembre, correspondiente a la última jornada de la liguilla de la Champions y decisivo para el club azulgrana para estar en octavos, se jugará a puerta cerrada. Así lo ha confirmado el primer ministro de Baviera, Markus Söder, que ha justificado su decisión de que no entren aficionados en los estadios debido a la mala situación de contagios por Covid que sufre el país.
«Es importante decidir hoy de forma unitaria para todo el país que no se admita a espectadores. Si esto no funciona a nivel federal, lo haríamos solos a nivel de Baviera,» declaró Söder a la cadena regional «Bayerischer Rundfunk».
El primer ministro bávaro defendió la medida señalando que la elevada movilidad que supone la llegada y la partida de los aficionados desde los estadios no es justificable ahora mismo, cuando Alemania se halla inmersa en plena cuarta ola.
«El fútbol tiene una importante función como ejemplo. Ahora mismo tenemos que reducir contactos en todas partes,» escribió Söder en su cuenta de Twitter.
La medida estará en vigor por lo menos hasta finales de año, un periodo en el que al Bayern Múnich le quedan por disputar en casa dos partidos de la Bundesliga y el partido de vuelta de la Champions League contra el Barcelona.
Otros clubes bávaros como el FC Augsburg y el SpVgg Greuther Fürth tendrán que renunciar, por el momento, a sus aficionados.
La incidencia acumulada a siete días descendió este martes ligeramente en Baviera por cuarto día consecutivo y se situó en 618,2 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes.
Entretanto, a nivel de toda Alemania, la incidencia descendió por primera vez este martes después de un mes de continuos picos, con 452,2 nuevas infecciones frente a las 452,4 del lunes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología.