Cargando...Llegaba avisado el Liverpool. Los empates ante el Brentford y el Brighton les apartaba del primer puesto, de ahí la importancia de vencer al Southampton para mantenerse cerca del Chelsea al frente de la clasificación. No valía resbalar ni tropezar. Ralph Hasenhüttl ya había desesperado a Pep Guardiola esta temporada, con los suyos sacando un empate a cero de su visita al Etihad Stadium en la segunda jornada. Los saints apostaron por el mismo planteamiento en Anfield. Salieron con intensidad, llegando con peligro a la meta de Alisson ya en el primer minuto. No hay quien rechiste a los de la orilla del río Mersey, que respondieron inmediatamente.
Andy Robertson, que regresó de su lesión, hizo una pared con Sadio Mané para pisar área y llegar a la línea de fondo. Recogió el caño que tiró su compañero y ofreció el balón a Diogo Jota, que solo tuvo que empujarlo a la red. Dominaba la posesión el cuadro local, pero estaba bien plantado el visitante.
Presionando la salida de su rival, provocando errores y pérdidas que no logró capitalizar. Solo balones en largo y transiciones rápidas permitieron a los de rojo pisar campo contrario. Según avanzaba el duelo lo hicieron con más asiduidad, encontrando espacios y aprovechándolos. Superada la media hora de juego, dos goles en cuatro minutos pusieron tierra de por medio. Hubo otra pared, otro caño y otro gol de Diogo Jota en el minuto 33. Mohammed Salah y Jordan Henderson combinaron hasta encontrar al portugués, que volvió a acompañar el esférico a la red.
Thiago Alcántara marcó su segundo gol de la semana poco después. Perforó la meta del Porto en la Liga de Campeones e hizo lo propio con la del Southampton, aunque con la inestimable ayuda de Lyanco, que desvió la trayectoria del balón haciendo inútil la estirada de Alex McCarthy. El español juega a fútbol sala. Solo así se explica la pisada con la que amagó para despistar a su par en la frontal del área y meterse en ella. De las grandes ligas europeas, solo el Bayern de Munich ha marcado más goles que el Liverpool en la presente campaña. Llevan 39 en trece jornadas.
A tres goles por partido salen los de Jürgen Klopp, aunque el sábado superaron esa barrera. Lo hizo Virgil van Dijk, ante su exequipo. En un córner en el minuto 52, el hombre más grande del área se quedó sin marca y con la pelota. El lanzamiento de Trent Alexander-Arnold fue a parar al central, que confirmó la victoria de los suyos por si a alguien le quedaba algún tipo de duda. El Southampton trató de meterse en el partido, pero con tan poco convencimiento como acierto. Anfield gozó de una victoria plácida, de una actuación sólida y de un equipo que empieza a recuperar jugadores lesionados de cara al tramo más ajetreado de la campaña. Un equipo que va con todo y que aspira a todo.
El Aston Villa prolonga el efecto Gerrard
El Aston Villa prolongó el efecto Stefen Gerrard y sumó un nuevo triunfo, en Selhurst Park ante el Crystal Palace del francés Patrick Vieira (1-2) para acomodarse en el ecuador de la Premier. La llegada de Gerrard ha supuesto un incentivo para los ‘villanos’. Dos partidos en su banquillo y dos triunfos. Gerrard ganó la partida a Vieira en el duelo de dos técnicos que fueron jugadores legendarios tiempo atrás. La nueva victoria del equipo de Birmingham se fraguó al cuarto de hora cuando un centro de Ashley Young fue recogido por Matt Targett que batió al español Vicente Guaita.
El conjunto de Vieira intentó reaccionar pero los visitantes mantuvieron el orden hasta que sentenciaron el choque a cuatro minutos del final por medio de John McGinn. El tanto de Marc Guehi en el 96 fue tardío. No tuvo tiempo el Crystal Palace de completar su reacción y evitar la derrota.
