Como cada 26 de noviembre, en la zona de Limones Cantero, en el Escambray trinitario, una representación de espirituanos rindió tributo al alfabetizador Manuel Ascunce Domenech y al campesino Pedro Lantigua, en el aniversario 60 del asesinato del joven maestro y su alumno, por bandas contrarrevolucionarias que sembraban el terror en ese lomerío del centro sur de Cuba.
Desde ese paraje montañoso de Trinidad, nuevas generaciones de maestros ratificaron el compromiso de continuar llevando adelante la luz de la enseñanza y ser fieles a la expresión pronunciada por Manuel Ascunce al enfrentar a sus asesinos: “Yo soy el Maestro”.
Durante el acto, efectuado en el monumento erigido en la memoria de los mártires enclavado en el lugar del lamentable suceso, se reconocieron a docentes que integraron el primer destacamento Manuel Ascunce y a otros educadores destacados por su labor.
En el sitio que rememora el cruento suceso fue depositada una ofrenda floral y Yediza Pérez Hidalgo, Primera Secretaria del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas en Sancti Spíritus, entregó el carnet acreditativo de la UJC a nuevos miembros de la organización juvenil.
El 26 de noviembre de 1961, cuando un grupo de bandidos asaltó la casa del campesino trinitario a quien torturaron y asesinaron junto al joven maestro, se consumó una de las más viles acciones terroristas financiadas por el gobierno de Estados Unidos contra la Mayor de las Antillas, con la intención de truncar la Revolución y la Campaña de Alfabetización.