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Encuentros inolvidables: La cotorrita avileña

«Cuando aún no tenía 15 años de edad sostuve mi primer encuentro con Fidel en la antigua colonia La Ignacia, donde cerca de allí vivía con mis padres y un día vino nuestro líder a chequear las siembras y la marcha de las obras para inaugurar la primera comunidad campesina construida en Cuba después del triunfo de la Revolución», rememora Edilia Cordero García, oriunda del municipio de Venezuela, en Ciego de Ávila.

Edilia (primera a la derecha) en sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Foto: Cortesía de Edilia

«Llegó el Comandante y mandó a parar, como dice la canción, porque el bateysito no tenía calles, habían unas 20 casas, la mayoría con techo de guano y piso de tierra. «¡Como cambió la comunidad gracias a Fidel!, con viviendas nuevas inauguradas en 1960, tiene Consultorio del Médico de la Familia, tienda y centros laborales importantes que la convirtieron en el Consejo Popular Manuel Sanguily».

Cuenta que vio muchas veces al Líder de la Revolución después de aquel encuentro en su terruño. «Estudié en La Habana, asistí a varias concentraciones en la Plaza José Martí y fui delegada a Congresos del Partido, aunque tuve la oportunidad de conversar más veces con él en mi tiempo como diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

¿Qué fue lo que más me impresionó?, sus valores humanos y su mirada penetrante que a uno le parecía que le estaba leyendo la mente, pero lo más impresionante era como explicada cada asunto al detalle.

«Por ejemplo, cuando yo era miembro de la Comisión de Candidatura del Parlamento Cubano, nos explicó el por qué de las propuestas que hacía el Buró Político acerca de cada uno de los candidatos para integrar el primer Consejo de Estado.

«En una de la sesiones de la Asamblea Nacional hice una sugerencia sobre una ley, solo tuve dos votos a favor, entre ellos el mío. Pero, a la hora del receso varios diputados decían: ‘viste, viste Edilia, el Comandante votó por tí’, y me felicitaban.

«Otro día Fidel sonrió y me preguntó: ‘¿Tú volviste a hablar hoy?’, le contesté que sí, y Flavio Bravo, en aquel entonces presidente de la asamblea, dijo: ‘Yo le puse la cotorrita avileña’, esta anécdota me marcó para siempre por tratarse de dos importantísimas personalidades».

Edilia Cordero García. Foto: Dianelys Marín Dewar

Ahora, antes de partir a cumplir las tareas para representar a sus vecinos, la septuagenaria delegada de la circunscripción 5, mira en la sala de su hogar hacia el retrato del compañero Fidel Castro que conserva junto al 9 recibido como Hija Ilustre del municipio de Venezuela, en el aniversario 45 del Poder Popular.

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