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Cristiano fulmina a un Villarreal, gana el United 2-0 y él llega a 800 goles en su carrera.

 

Cristiano Ronaldo tenía que ser. El delantero del United fulminó a un Villarreal que dispuso de las mejores ocasiones para ganar el partido, pero que se estrelló ante un enorme De Gea. El portero madrileño salvó tres balones bajo los palos que mantuvieron con vida a su equipo para que apareciera el de siempre.

Con la edad, Cristiano ha perdido resistencia y movilidad, pero no voracidad ni eficacia. Le cayó un balón tras un error en la salida de balón entre Rulli y Capoue. Con el portero fuera de sitio, elevó el esférico y, para adentro. Este resultado obliga al Villarreal a esperar a lo que haga el Atalanta ante el Young Boys, para jugarse su plaza en la última jornada en Bérgamo ante el equipo italiano.

Había tanto en juego que ninguno de los dos equipos aceptó se atrevió a exponerse más de la cuenta. El United, seguramente, avisado del repaso que le dio el Villarreal en la primera parte en Old Trafford en la que solo la falta de puntería mantuvo al equipo mancuniano en el partido para terminar ganándolo en el tiempo añadido. Era un buen recuerdo al que aferrarse los diablos rojos en una situación delicada en la Premier, con cuatro victorias de los cinco últimos partidos, que le ha costado el puesto al técnico Solksjaer.

Su sucesor, Michael Carrick no tenía ni tiempo ni seguramente ganas de tocar muchas teclas. Así que el United utilizó la pólvora que le podían suministrar Sancho, Van de Beek o Martial, para contener al equipo amarillo. Pero lo que sigue funcionando en el United es su detonador. Cristiano interviene mucho menos en los partidos, casi no se desgasta, pero cuando aparece es para hacer daño.

Porque el Villarreal tampoco estaba de subidón por sus últimos resultados en Liga. Es cierto que la Champions le había servido hasta ahora de válvula de escape para mostrar su mejor versión este curso y por eso, el submarino trató de imponerse al equipo inglés con el balón, como de costumbre. Con Danjuma, aún renqueante, el ataque era cuestión de Moi Gómez y Yeremy Pino, muy activo hasta que en un exceso de ímpetu vio una tarjeta amarilla en una acción defensiva. No le hacía falta una referencia clara en ataque al equipo de Emery para pisar el área del United con mucho peligro, con mención especial a los balones que servía entre líneas Manu Trigueros.

El Villarreal lo hacía todo bien hasta que se plantaba ante De Gea. El portero madrileño dejó su marca en La Cerámica con dos buenos despejes en la primera parte y un desvío increíble en la segunda. No era fácil atajar los potentes disparos de Trigueros y Moi y por eso resolvió desviando los balones lejos de su portería y fuera del alcance de otro jugador amarillo.

En la segunda mitad, Trigueros ya cantaba gol cuando vio la fuerza que le había impreso a su disparo dentro del área. Sin embargo, el meta del United se estiró abajo y desvió el balón a córner por encima de su portería.

El 0-0 aumentaba la incertidumbre y los nervios, sobre todo en el equipo que había merecido más. Rulli evitó un gol cantado a Sancho tras una genial asistencia de Bruno Fernandes -Carrick sabrá por qué lo dejó en el banquillo porque le dio otro aire al United al final-.

Y después llegó el error fatal. Fred presionó a Capoue, que no controló el pase de Rulli, y el balón le cayó a Cristiano, en una situación en la que no suele perdonar. Con el Villarreal tratando de buscar el empate a la desesperada, Bruno Fernandes asistió a Sancho que marcó de potente disparo.

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