Los comicios mixtos (parlamentarios y presidencial) efectuados este domingo 21 de noviembre en Chile culminaron con poca sorpresa numérica (alto porcentaje de participación y balotaje); pero ha dejado grandes incógnitas a analistas, sociólogos y politólogos.
Una de las primeras interrogantes es cómo un país donde más de un millón de personas salió a las calles a protestar contra el modelo neoliberal sembrado por Pinochet, podría terminar con un presidente que venera al dictador.
Y es que, sin alcanzar la mitad más uno que le hubiera garantizado el triunfo definitivo, José Antonio Kast (55 años), del pacto ultraderechista Frente Social Cristiano encabezó la lista de candidatos para el período 2022-2026 con el 27,91 % de los votos.
La victoria es a pesar de que su programa propone perseguir a los disidentes políticos, cerrar el Instituto de Derechos Humanos y el Ministerio de la Mujer, así como achicar el Estado. Además se ha declarado contrario al aborto y al matrimonio homosexual, como corresponde a un miembro del movimiento católico conservador Schoenstatt, actitud que le ha garantizado también el respaldo de grupos evangélicos.
“Creo que hay varios factores que inciden en el alto nivel de preferencias obtuvo Kast”, declaró al diario argentino Página 12 la académica Mariana Ardiles Thonet, integrante de la Red de Politólogas y docente de la Universidad de Chile: “Tradicionalmente la gente señala que la primera preocupación del gobierno debería ser la seguridad y los delitos (…) y él tiene una agenda de orden, de mano dura, de crear más cárceles, de criticar la situación de la Araucanía y de frenar la inmigración. Creo que esas ideas le resultan atractivas a un sector de la ciudadanía que resiente el estallido social, y que además tiene temor en el actual contexto de incertidumbre política y de crisis económica, ligada a la pandemia”.
Otra de las interrogantes que dejan estas elecciones es acerca del tercer puesto (12,81 %) obtenido por Franco Aldo Parisi (54 años), quien se presentó con el Partido de la Gente, formación política reconocida legalmente por el Servicio Electoral (Servel) apenas en julio de 2021, novedad que podría haberle ganado el voto de los que se sienten decepcionados de los partidos y pactos tradicionales.
Pero en realidad Parisi arrastra tras de sí una cola de vergonzosos escándalos, entre ellos acoso sexual a jóvenes discípulas y el rechazo de Servel a su rendición de gastos durante la campaña presidencial del 2013 en la que incluyó la compra de ropa interior, calcetines, cinturones, zapatos y corbatas marca Hugo Boss; además de un pago de 8 millones de pesos chilenos a un familiar por concepto de «secretaria en terreno». Su más reciente aquelarre fue una demanda judicial por impago de la pensión alimentaria a sus dos hijos, motivo por el cual viajó a Estados Unidos, país donde reside actualmente y al que ha solicitado asilo político.
En el segundo lugar quedó Gabriel Boric (35 años), del izquierdista Apruebo Dignidad (25,82 %), y será el oponente de Kast en el balotaje del venidero 19 de diciembre.
Al cierre de esta edición el actual mandatario, Sebastián Piñera, había felicitado a los vencedores y les pidió algo que él no pudo conseguir: “busquen los caminos de la paz y no de la violencia».
¿Qué dijeron los ganadores?
Kast, representante de la burguesía chilena, emplazó su comando de campaña en un barrio alto de Santiago. Desde allí, eufórico con el excelente resultado, sobre todo si lo comparamos con el 7,93% que obtuvo en las presidenciales de 2017, agradeció a Dios, prometió mayor seguridad y luchar contra “el comunismo” y “el terrorismo”.
“Queremos ser un gobierno de diálogo. Es una invitación por el bien de Chile, por sacar adelante nuestra patria”, afirmó, y poco tardó en contradecirse: “La única candidatura que va a recuperar la paz es la que nosotros representamos. No hay otra opción presidencial. Gabriel Boric y el Partido Comunista quieren indultar a los vándalos que destruyen. Nunca han estado al lado de las víctimas”.
En su discurso no faltaron las frases nacionalistas y demagógicas usadas también durante la campaña las cuales revelan su cercanía ideológica a Donald Trump y a Jair Bolsonaro: “Llegó la hora de que juntos recuperemos Chile», dijo. Hasta el momento y de cara al balotaje, Kast contará con el respaldo del favorito de Piñera, Sebastián Sichel, de la alianza centroderechista Chile Podemos Más y, probablemente, también con el “favor” de Parisi.
Gabriel Boric esperanza de esa la nueva izquierda gestada desde el Frente Amplio y el Partido Comunista, recibió, por su parte, el apoyo inmediato de Marco Enriquez Ominami, candidato que quedó en sexto lugar, y de Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, agrupación que había respaldado al Nuevo Pacto Social, plataforma de Yasna Provoste, quien ocupó el quinto lugar.
En su primer discurso tras conocerse los resultados del domingo, Boric reconoció que deben “pensar y entender las angustias y los miedos de los que no votaron por nosotros para hacer las transformaciones estructurales que el país necesita. Tenemos mucho qué hacer. La esperanza le va a ganar al miedo. (…) Esta historia que estamos escribiendo hoy día comenzó hace muchos años atrás. No hay tiempo que perder, tenemos que proteger el medioambiente para las generaciones que vienen. Somos la oposición a este mal gobierno de Sebastián Piñera. No nos olvidamos que nos declararon la guerra y nosotros les vamos a declarar la esperanza. Tenemos que llegar a quienes no votaron por nosotros por temor a los cambios».
¿Qué pasó en las parlamentarias?
Tal como estaba previsto, la cifra de asistentes a los comicios de este domingo superó los siete millones (7.050.194), ligeramente inferior a la del plebiscito del Apruebo/Rechazo a la nueva Constitución, al cual acudieron 7 millones 569 mil 82 personas.
En esta calurosa jornada (los termómetros alcanzaron los 32 grados en algunas localidades), los chilenos votaron además por sus representantes ante ambas cámaras, Senado y Diputados; en la primera eligieron 27 legisladores; mientras que en la segunda renovaron la totalidad de las 155 curules.
Hasta ahora el Senado chileno contaba con 43 escaños, pero según lo acordado en la reforma constitucional del 2015, este año debía crecer a 50, de ellos el oficialista Chile Vamos (hoy Chile Podemos +) obtuvo 19; Convergencia Progresista (Nuevo Pacto Social), 22; Revolución Democrática y el Partido Progresista, una banca cada uno.
En la cámara de Diputados, Chile Podemos + ganó 71 plazas; Nuevo Pacto Social, 51; Apruebo Dignidad, Dignidad Ahora y Ecologista Verde (por separado en las legislativas pero juntos en la candidatura de Boric), obtuvieron 30 asientos. Completan los cupos un representante del Frente Social Cristiano, otro del Partido Progresista y, por último, un independiente.