Ciego de Ávila, la Ciudad de los Portales, abrió sus puertas a la nueva normalidad en medio de constantes amenazas. Más, esta central provincia amaneció alegre, tranquila y alerta porque sus hijos dignos están dispuestos a darlo todo por Cuba.
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Los colores del uniforme escolar matizaron el reinicio del año académico, y en Jardines del Rey los flamencos también lucieron sus mejores colores para darle la bienvenida a los visitantes en la reapertura de la temporada de alza turística.
En el centro de la geografía avileña, justamente en Pina, mi pueblo, rompió el silencio del amanecer el ruido de los ómnibus Yutong que trasladan los trabajadores del Turismo hacia los cayos Coco y Guillermo, y el pito del tren de viajeros rumbo a la capital provincial.
La sonrisa de los niños reanimó las escuelas. En el centro de la educación primaria Honorato del Castillo, su director Jorge Luis Espinosa Ávila, informó entre las prioridades, con los más de 800 estudiantes ya en el plantel, la continuidad de las medidas higiénico sanitarias y las orientaciones del Ministerio de Educación relacionadas con la evaluación y las actividades de control sistemático.
Por su parte, Benito Martínez Ausina, primer secretario del Comité Municipal del Partido en Ciro Redondo, destacó que «uno de los logros que es motivo de orgullo nacional es la soberanía que nos han dado nuestras vacunas contra la pandemia de la Covid-19 y el bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos».
Tras despuntar el alba se realizaron matutinos especiales en los centros de trabajo de toda la provincia, en respuesta contundente a los nuevos intentos de los enemigos por desestabilizar las conquistas de la Revolución, actos de reafirmación revolucionaria que contaron con la presencia de Carlos Luis Garrido Pérez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Ciego de Ávila; Alfredo Machado López, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, y Niurka Ferrer Castillo, secretaria general de la organización sindical en el territorio avileño.