Entre el sol escondido y una pertinaz lluvia, este domingo a las tres de la tarde el Parque El Quijote, en el corazón del Vedado, era todo fiesta, niños, feria, música y para concluir una conga de la Federación Estudiantil Universitaria, que arrasó con cualquier provocación pensada y jamás concretada. Allí se saltó para no ser yanqui, se le dio vivas a la Revolución y otra vez el coro ideal para despejar dudas se impuso: «A mí me dicen Cuba…»