Desde su quehacer cotidiano el santiaguero Edguer Labacena Zamora conoce y reconoce los avances de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), pero es de los que prefiere dialogar acerca de lo mucho que aún puede hacer la organización para desarrollar al máximo las iniciativas creadoras de los trabajadores.
Desde su puesto como mecánico A de los Talleres Ferroviarios del municipio de San Luis acumula sobrada experiencia y méritos — cinco años vanguardia nacional, dos Premios Mayor Impacto Económico, miembro del comité nacional de la Anir— como para saber que es preciso mejorar la vida interna de la asociación, lograr que las estructuras de dirección a diferentes niveles intercambien más con quienes están en la base, además de articular con tino superior las alianzas con cada uno de los 15 sindicatos y con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Justo de esas cuestiones claves para seguir favoreciendo el objetivo supremo de la Anir se debatió con visión introspectiva en un encuentro de trabajo realizado en la provincia santiaguera con la presencia de Alfredo Machado López, presidente de dicha asociación.
Los máximos responsables de conducir por caminos seguros y de resultados las inventivas y generalizaciones en los nueve municipios del suroriental territorio de Santiago de Cuba, junto a Rafael Simón Padró, presidente de la Anir aquí, intercambiaron acerca de lo hecho en los días difíciles del azote de la COVID-19 y lo que resta por hacer.
Se reconoció que ni en los más complejos momentos de la pandemia quedó trunco el aporte de los hombres y mujeres de las innovaciones, redireccionado para dar respuestas a demandas del sistema de Salud pública.
El desarrollo de iniciativas locales que potencien el reconocimiento laboral y comunitario de los innovadores, el ajuste a la nueva normalidad de las acciones internas de la Anir, aprovechar convenientemente el favorable escenario de estímulo a la innovación, la ciencia y la tecnología que emana de la máxima dirección del país, fueron, entre otras, cuestiones también debatidas.
Santiago de Cuba distingue por los aportes económicos que hacen los miembros de la Anir, presentes en todos los sectores económicos y sociales, y puntales en la puesta en funcionamiento de maquinarias y equipos de larga data que de no ser por los aniristas estuvieran en desuso como consecuencia de la imposibilidad de acceder a partes y piezas por el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba.
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