Leer o escuchar las noticias sobre temas internacionales hoy día es seguir un guión que se aplica en diferentes partes del mapa mundi y que pone en peligro la paz, no solo en cada una de las regiones donde acontece, sino a nivel mundial.
Es en el mar donde se aplica lo que los estadounidenses llaman su política de presión en contra de sus adversarios, conscientes o no que al menor fallo humano pueden ocurrir situaciones que inevitablemente llevarán al confrontamiento militar entre las partes.
Las intervenciones para imponer su democracia, al parecer, están en un segundo plano (aunque no olvidadas), para conseguir objetivos políticos, económicos y militares.
Hoy se pueden resumir en tres lugares claves, el Mar Negro, el Mar meridional de China y el Golfo de Omán, es decir, en Europa, Asia y el Medio Oriente.
Si lo vemos en el tiempo el Mar Negro aparece como el primer foco de tensión en actividades provocadoras de buque de guerra estadounidense y aliados contra la Federación Rusa, que no se cansa de alertar a la opinión pública mundial sobre tal situación, aunque la prensa occidental hace caso omiso, al parecer, por no considerarlas noticias importantes.
Le sigue las provocaciones similares en contra de la República Popular China en su mar meridional y colocan a Taiwan como elemento clave para sus provocaciones, ignorando lo reconocido mundialmente en cuanto a que esta Isla pertenece a la RPCH.
Más de lo mismo
El Estrecho de Omán vuelve a ser ahora escenario de nuevas y cada vez mas peligrosas provocaciones, que van encaminadas a presionar a Irán y, según varios expertos, deseosos de tomar su petróleo a cualquier precio.
Hispany Tv publicó a principios de este mes que Washington recurre a la piratería tras el fracaso de su política de máxima presión contra Irán y las crecientes ventas de petróleo del país persa.
Un análisis publicado este miércoles por la agencia iraní de noticias Tasnim afirma que Estados Unidos está cada vez más “irritado”.
La razón es que el país persa logró eludir las sanciones estadounidenses vendiendo sus cargamentos de petróleo a clientes en Asia y otros lugares.
Según informó el 3 de noviembre la televisión estatal iraní, las fuerzas del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán lograron la semana pasada recuperar el petróleo del país persa.
La intención de los militares estadounidenses era capturar un buque cisterna que transportaba el crudo iraní y transfirieran el cargamento a otro tanquero en el mar de Omán.
Las fuerzas estadounidenses fracasaron también en su segundo intento de robar el cargamento gracias a la acción oportuna de la Armada iraní, pese a perseguir por un tiempo el barco con sus helicópteros y destructores, detalla el informe.
Ante la presión, defensa de las soberanías
Sobre el tema, la República Islámica resaltó que nunca se rendirá ante las presiones de EE.UU. y que buscará medidas para evitar la paralización de su industria energética y petrolera.
Sobre los acontecimientos de piratería yanqui en Omán el portavoz del Ministerio de Defensa de EE.UU., John Kirby, rechazó las denuncias presentadas por las autoridades iraníes.
Al referirse al asunto, el funcionario subrayó que las acusaciones de Irán son «absolutamente y totalmente falsas e incorrectas». «Es una afirmación falsa», puntualizó Kirby.
Palabras, no hechos. La parte iraní demostró lo dicho con videos donde se ve el buque de guerra amenazando a una petrolero iraní., La televisión estatal iraní divulgó además imágenes en las que se ve a sus naves persiguiendo a lanchas de guerra con banderas de EE.UU.
Esta es la vida real, que acontece cada día y que se vuelven cada vez acciones mas peligrosas. Las respuestas de rusos, chinos e iraníes corresponden a naciones que no se dejan intimidar y están dispuestas a defender su soberanía.
Las primeras planas de la prensa mundial dedican los principales espacios a reseñar cualquier noticia que no tenga que ver con estas acciones, ni con las que pretenden desestabilizar a naciones independientes y soberanas.
Y no es casualidad.
