Si vamos a hablar de béisbol cubano, hay que hacer referencia esta semana a la actuación de al menos tres peloteros, nacidos y formados por nuestros técnicos y en los terrenos y estadios de este país, quienes hicieron historia con sus actuaciones en la Major League Baseball (MLB): el mayabequense Jorge Soler, el espirituano Yulieski Gurriel y el tunero Yordan Álvarez.
De ellos hablaron los aficionados y los medios de comunicación de Estados Unidos y buena parte del mundo. Y aunque en Cuba no tenemos aún los derechos de trasmisión de ese torneo, los seguidores de las bolas y los strikes también lo hicieron con orgullo, en medio del triunfo de los Bravos de Atlanta sobre los Astros de Houston, en seis juegos, tras 26 años de que esa franquicia no saboreara un éxito a este nivel.
Jorge Soler estuvo en el campeonato mundial juvenil del 2010 con las cuatro letras de Cuba y apenas jugó par de temporadas en nuestras Series Nacionales cuando emprendió carrera en el 2011, vía Haití, hacia las MLB. Allí ha sido líder jonronero de la Liga Americana (48) en el 2019, ha pasado por varias lesiones y tenía como premio mayor antes del 2021 un anillo de campeón de Serie Mundial en el 2016 con los Chicago Cubs.
Un cambio del Kansas City a los Bravos de Atlanta, la Covid-19 y una temporada de baja ofensiva no presagiaban lo que finalmente ocurrió: tres jonrones decisivos en el play off contra los Astros y la denominación de más valioso de la Serie Mundial, algo que solo el lanzador Liván Hernández tenía como aval para un cubano, con los Marlins de La Florida en el lejano 1997.
De Yulieski Gurriel hay que hablar siempre en presente, aunque su camino hacia la MLB estuvo marcado por abandonar una selección nacional tras terminar la Serie del Caribe del 2016. Vestido desde entonces con los Astros de Houston logró este año ser campeón de bateo en la Liga Americana (319), tras su rendimiento más bajo en la campaña anterior y cuando muchos pensaban que con 37 años había terminado su paso por los terrenos.
Gurriel con un anillo de monarca en el 2017 se convirtió ahora en el único jugador con título de bateo en Cuba (2015-2016 con 500) y en las Grandes Ligas. Además, de ser el segundo antillano en comandar este apartado, después que el pinareño Tony Oliva lo hiciera en 1964 (323), 1965 (321) y 1971 (337). “Todo lo que he logrado se lo debo también a lo aprendido en Cuba”, ha declarado más de una vez el carismático y polémico pelotero.
En el caso de Yordan Álvarez, sus dos Series Nacionales con Las Tunas dejaron ver un potencial jugador, de ahí que cuando debutara en el 2019 impresionara a tal punto de ser elegido el Novato de la Liga Americana. Tras un 2020 de operación, su retorno a los Astros no pudo ser mejor al erigirse como el más valioso en la serie de Campeonato contra los Medias Rojas de Boston. Sus números: 522 de average,12 hits, tres dobles, un triple, un jonrón, seis remolques, 538 slugging y 1408 de OPS.
“Agradezco muchas cosas, empezando por Cuba. Los fanáticos de mi pueblo no pueden ver los juegos, pero siguen mis pasos. Muchos me envían videos que me llenan de emoción y orgullo. También agradezco el cariño de los aficionados de Houston y el apoyo de todos mis compañeros desde que me inicié con este equipo repleto de estrellas. Aquí todos somos MVP’’, declaró a la prensa oficial de la MLB.
Por supuesto, no olvido que con los Astros de Houston viste el uniforme el villaclareño Aledmis Díaz, y con los Bravos de Atlanta el matancero Guillermo Heredia se convirtió en el cubano número 18 con al menos un título en la MLB. No tuvieron gran protagonismo en los play off, pero aportaron con su rendimiento al camino labrado por sus conjuntos.
Aunque Cuba sigue sin un Acuerdo con las Grandes Ligas para un flujo normal y sin necesidad de tráfico de personas o abandonar selecciones nacionales en eventos internacionales, lo cierto es que somos hoy el cuarto país latino con más peloteros (27) en la llamada Gran Carpa, detrás de República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico; y para los récords sumamos cinco cubanos en la Serie Mundial.
Con más información en nuestros medios de comunicación y añorando una reactivación del Acuerdo firmado con Cuba, cancelado por Trump apenas llegó a su mandato, lo cierto es que nadie puede negar la huella que sigue dejando Cuba en el certamen que marca los destinos del béisbol en el mundo. Por eso de ellos también hay que hablar, con razones y orgullo.
Un detalle más: tanto Soler como Yulieski cuando fueron campeones solo quisieron sobre sus hombros la bandera cubana. Eso habla tanto como cualquier batazo.
