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Adán Martínez: «hay que exigirse, porque ese escudo pesa bastante»

Adán Martínez nunca había pensado en ser jugador de balonmano. De muchacho pasaba el tiempo con las bolas, el trompo o el béisbol, que fue el primer deporte que practicó.

Adán Martínez (al centro) tras firmar con Sporting. Foto: tomada del perfil de Facebook de Rogmary García

Sin embargo, un día se sentó a ver un partido correspondiente a un Mundial de Balonmano y ahí comenzó su historia. «Eso era lo que yo jugaba», le dijo su papá, frase que fue suficiente para despertar el interés de Adán.

Con el paso de los años, disciplina y esfuerzo de por medio, el joven nacido en Boyeros se ganó un lugar entre los porteros a nivel nacional y es hoy uno de los cubanos contratados por el prestigioso club Sporting de Portugal.

Martínez empezó a practicar en la desaparecida Kid Chocolate con los entrenadores Luis Alberto Martínez Cuesta y Osvaldo Povea y el trayecto no resultó fácil.

«La progresión es mérito de mi familia. Nunca me han dejado de la mano. Estoy muy orgulloso y les debo todo lo que he logrado, junto a entrenadores y directivos que también me han apoyado a pesar de los problemas.

«Al salir de la Eide había varios arqueros en la preselección nacional y en un principio practicaba como invitado. No me habían llamado a la selección, pero pregunté si podía sumarme a la preparación y fui superándome poco a poco. Luego de cinco años duros, logré entrar a la preselección nacional», rememora.

En su breve carrera ya acumula reconocimientos individuales y colectivos entre los que resaltan dos medallas de plata y dos de bronce en campeonatos nacionales de primera categoría y par de galardones que lo acreditan como el mejor guardameta en este tipo de eventos.

A nivel internacional, atesora con especial cariño el segundo puesto en el Mundial de Naciones Emergentes de Georgia 2019, en donde, pese a ser jugador de cambio, realizó una destacada faena.

Martínez en el Mundial de Naciones Emergentes. Foto: IHF

«Tuve una buena competencia allí y en el clasificatorio también. Estaba motivado y listo cada vez que me daban la oportunidad y fui ganándome algunos minutos. No era sencillo, pues tenía por delante al mejor portero del evento, mi amigo Magnol Suárez, con quien tengo una excelente relación».

¿Cómo tomaron la noticia de la firma con el Sporting?

«Muy felices. Hacía algún tiempo que venían siguiéndonos. Es un proceso que demora, pero todo se resolvió y estamos super contentos de formar parte de este club, que nos da la oportunidad de crecer como personas y apoyar a la selección nacional mejor preparados. Uno en la vida se propone metas y ve como el esfuerzo del día a día da frutos y cumple sueños.

«Aquí en casa todos lo disfrutamos. Nunca me esperé trabajar con un club tan bueno y es increíble que una institución así venga y se fije en ti, pues como somos cadetes pensamos que eso no nos va a llegar y luego pasa. Te choca al principio y hay que exigirse, porque ese escudo pesa bastante».

¿Qué representa para los jóvenes este tipo de posibilidades?

«Significa mucho. Tenemos un campeonato nacional bastante corto. No jugamos el año entero y este contrato es una puerta abierta, porque cuando te preparas tanto tiempo para competir una semana es difícil seguir aumentando el nivel. Sin embargo, pasar una larga temporada jugando te aporta más y eso lo vamos a tener con esta experiencia en Sporting».

A sus 23 años Adán Martínez se considera un portero explosivo, rápido y con buen sentido de la colocación, en una posición longeva en la que aún puede evolucionar con el fin de cumplir sus metas una a una.

«Espero tener la oportunidad de participar en los Centroamericanos y buscar un buen lugar, al igual que en los Panamericanos para intentar dar el paso que todos esperamos que es el sueño olimpico. Tenemos un equipo bastante competitivo, con varios jugadores en ligas foráneas que pueden aportarnos mucha experiencia y creo que uniendo fuerzas podemos llegar a París 2024«, concluye.

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