«Niños felices, padres agradecidos, centros de salud abarrotados, en el primer día de inicio de la campaña de vacunación, porque hay confianza en la ciencia de Cuba».
Así resumió en su perfil oficial en Facebook, el embajador cubano en Nicaragua, Juan Carlos Hernández Padrón, la primera jornada de vacunación de niños y niñas, de adolescentes de esa hermana nación con las vacunas cubanas que recientemente arribaron a esa tierra.
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«Abdala y Soberana 02 llegaron para abrazar a los más pequeños y jóvenes de casa. En ese abrazo agradecido hay expresiones de solidaridad con la Isla y se demanda también el cese del bloqueo estadounidense», precisó Hernández Padrón.
Pero más que imágenes, el inicio de esa campaña masiva de vacunación en tierras sandinistas, parece convertirse en una fiesta de pueblo, de alegría y agradecimiento por la vida y se respira una inmensa felicidad.
Unos 1 500 Centros de Salud abrieron este lunes para incorporarse al proceso a nivel nacional, que permitirá la inmunización de todos los comprendidos entre los 2 y 17 años de edad, unos dos millones de infantes.
Al respecto, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, precisó que se deberá vacunar a un millón 336 mil 861 niños y niñas de dos a 11 años con la vacuna Soberana 02 y que solo en la primera jornada se aplicaron 29 mil 500 dosis, para una cobertura del 2.20 por ciento de la meta.
Dijo además que la población de 12 a 17 años a vacunarse es de 765 mil 505 y se han aplicado 20 mil 548 vacunas Abdala para un 2.68 por ciento de cumplimiento.
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Murillo informó que en los primeros días de noviembre Nicaragua recibirá un nuevo envío de dos millones de dosis de Soberana y un millón de Abdala.
En esta primera jornada de inmunización la Ministra de Salud de ese país, Dra. Martha Ruiz y la Directora del Departamento de Salud de Managua, Dra. Carolina Davila y otras autoridades del MINSA, recorrieron varios centros en los que se aplicaban los inmunógenos cubanos y constataron la organización y la alegría con que se realizaba el proceso.
«Emocionante ver la sonrisa en los rostros de esos niños, de las manos de sus padres, que agradecen la voluntad de los gobiernos que, como los de Cuba y Nicaragua, se preocupan por la salud de sus pueblos y defienden los verdaderos derechos humanos», diría el Embajador cubano en tierras de Sandino y Daniel.
Prueba de ello estas imágenes que hablan por sí solas, de la confianza del pueblo de Nicaragua en la ciencia cubana.
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