Cuba necesita un sistema bancario ágil, eficiente y de calidad, que contribuya a crear el entorno financiero que demanda una economía en transformación y recuperación, subrayó hoy, en la capital, Marta Sabina Wilson González, ministra presidenta del Banco Central de Cuba (BCC).
En sencillo acto político-cultural de la Oficina Central del organismo, por la Jornada de homenaje al trabajador del ramo, la titular señaló que ese es el primer desafío, inaplazable, y para enfrentarlo se cuenta en todo el país con hombres y mujeres abnegados y dedicados, caracterizados por la alta entrega con la que día a día asumen sus tareas.
Se refirió a la ardua labor que se realiza con motivo del Ordenamiento Monetario, en aras de rectificar las deformaciones de la economía cubana y lograr el avance en la implementación de la Estrategia Económica y Social de la mayor de las Antillas.
La ministra presidenta del BCC destacó que ante el complejo escenario que ha traído la pandemia de la COVID-19 y el férreo bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, «nuestro personal se ha mantenido en la primera línea de trabajo garantizando los servicios más imprescindibles a la población, aun cuando las condiciones no han sido las más óptimas».
Por difíciles que sean los escenarios en los que nos desenvolvemos, estamos seguros de que con la inteligencia colectiva, la profesionalidad y el alto sentido de pertenencia de nuestros cuadros, directivos y trabajadores está asegurado el éxito y la victoria en todo lo que hagamos, porque somos la banca, hacemos nación, expresó Wilson González.
En el acto, celebrado en la Basílica Menor del convento de San Francisco de Asís, en La Habana Vieja, fueron estimulados trabajadores con varios lustros en el sector, en tanto el Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas entregó al organismo un diploma de reconocimiento y el sindicato de la Administración Pública la condición de Colectivo Distinguido Nacional.
El 13 de octubre de 1960 se promulgó la Ley 891 que dispuso la nacionalización de la banca en Cuba, y esa decisión estratégica del incipiente gobierno revolucionario frustró los intentos de Estados Unidos de manipular la banca privada cubana y extranjera para su beneficio, y así obstaculizar el desarrollo del país.
Desde entonces el sector ha estado en el centro de las transformaciones económicas y financieras que han tenido lugar en la nación.
(Tomado de ACN)