Estrella de oro al pecho de la ciencia

El pueblo cubano todo, además del aplau­so obligado, rindió honores a la proeza de la ciencia nacional de producir cinco candidatos vacunales, tres de estos patentados como va­cunas, para inmunizar contra el SARS-CoV-2 a nuestra población y, en solidaridad, a la de otros países.

Ello se hizo realidad este 12 de octubre cuando el Primer Secretario del Comité Cen­tral del Partido Comunista de Cuba y Pre­sidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, impuso en el pecho de 10 eminentes científicos el Título Honorífico de Héroe Y He­roína del Trabajo de la República de Cuba, en ceremonia efectuada en los salones de protocolo de El Laguito, en La Habana.

El mandatario otorgó la condecoración, la más elevada que confiere nuestro país en el ám­bito laboral, mediante el Decreto Presidencial no. 307, publicado recientemente en la Gaceta Oficial.

Los científicos, conocidos y admirados con la devoción que solo un pueblo agradecido puede brindar, unen al altísimo honor de haber cum­plido la encomienda de crear las mencionadas vacunas contra el virus, la satisfacción inmensa por el galardón recibido.

El Título lo recibieron a propuesta del secre­tario general de la Central de Trabajadores de Cuba; y se concede a ciudadanos cubanos y ex­tranjeros por sus extraordinarios méritos en el trabajo creador, o en las luchas por las conquistas y en defensa de los logros e intereses de la cla­se obrera, así como por la práctica consecuente y aportes valiosos al internacionalismo proletario.

Además, otros 47 científicos, con resultados sobresalientes en la batalla contra el nuevo coro­navirus, recibieron la Orden Lázaro Peña de Pri­mer Grado.

En la ceremonia hizo uso de la palabra Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Po­lítico del Comité Central del Partido y secretario general de la CTC, quien significó el esfuerzo sin límites desplegado por los científicos homenajea­dos. “Los hombres y mujeres que condecoramos hoy sintetizan una obra de dedicación, entereza y altruismo, constituyen la expresión más elocuen­te de pensar, luchar y trabajar como país…”.