Cada tres de octubre en Cuba se celebra el Día del Trabajador Agropecuario, la fecha instituida desde el año 1977, es una conmemoración de la segunda y última Ley de Reforma Agraria, promulgada en ese día del 1963.
La Agricultura está lejos de desempeñar el rol que le corresponde en la economía del país y en la materialización de programas como el autoabastecimiento territorial y la seguridad alimentaria, ambos considerados como pilares de la soberanía, para una nación que lleva más de seis décadas bajo el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos.
Sin embargo, la entrega y constancia del campesinado, es una historia que se repite de un extremo a otro de la isla y cada vez con mayor frecuencia encontramos a jóvenes, que apuestan por buscar el sustento propio en el surco, Dennis Cordero es uno de ellos.
Sólo cursó estudios hasta décimo grado, residente en la comunidad rural El Sitio de la ciudad Pinar del Río, comenzó su vida laboral en la agricultura.
Como jornalero fue adquiriendo experiencia en la atención y cuidado que requerían los distintos cultivos, hasta que hace poco menos de dos años se decidió a solicitar tierras en usufructo para incursionar en la producción tabacalera.
“Me dieron dos caballerías de tierra, hice un contrato para sembrar un millón de posturas, pero como la campaña 2020-21 tuvo tantos problemas por el clima, la pandemia y los recursos, se ajustó el plan y me quedé en 600 mil, pero cogí más de 400 quintales y de buena calidad.”
No obstante, Cordero decidió sumarse a la producción de alimentos, empezó por el boniato y el maíz, y de ahí apareció la motivación para ampliar la superficie en explotación y llegó hasta las 50 hectáreas (ha).
“Las tengo todas sembradas, de una punta a la otra”, asegura y a los cultivos antes mencionados sumó la habichuela, la yuca y el plátano; también confirma que todas sus cosechas están destinadas al mercado, que es donde las puede comprar el pueblo.
Y aunque tiene buenos resultados sabe que podrían ser mejores si contase con fertilizantes ya que sólo emplea estiércol de ganado, que es lo que tiene a su alcance.
Sobre las 63 medidas aprobadas para estimular la producción agropecuaria en Cuba, señala que son muy positivas para ellos, los campesinos y que eso los tiene contentos y motivados.
Este hombre que transita por la tercera década de vida, casado y padre dos hijos, asegura que está donde le gusta, y que de ahí no se va: “El campo es lo que da, mi familia y yo estamos viviendo de mi trabajo y viviendo bien.”