Angely, con 8 años, y Dylan, con casi 3, recibieron la primera dosis de la vacuna. Como ellos, miles de niños y adolescentes de esta provincia comenzaron el proceso de vacunación pediátrica, el primero en iniciar en el país, y sin antecedentes en el mundo.
Maritza González Cruz, madre de la niña Dayana (de 7 años), comentó a Trabajadores que se siente muy feliz, pues saber que la niña está integrada al esquema de vacunación la hace sentirse más confiada. “Cuando se incorpore a la escuela ya le habrán puesto las tres dosis. Ciertamente es el resultado del esfuerzo y de la inteligencia de los científicos cubanos. Se demuestra una vez más la prioridad que se da al cuidado de la salud de los niños”, expresó.
Y Dayana, desde la altura de su infancia, apretó la pequeña porción de algodón en el lugar del pinchacito, me miró y dijo: “¡No me dolió!”.
El llanto de los pequeños es lo que menos se ha escuchado en los 59 vacunatorios habilitados en escuelas, círculos infantiles y centros asistenciales de salud con las condiciones requeridas para ejecutar la acción preventiva.
Prima el agradecimiento de los padres y el rostro confiado de los muchachos, hasta en aquellos de menor edad. Muchos manifiestan con total fluidez la importancia del pinchacito y la disposición a asistir cuando les corresponda ponerse la segunda y tercera dosis en próximos días.
El doctor Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), en breves palabras definió magistralmente el sentimiento que causa apreciar in situ el instante en que los niños y adolescentes recibían la primera dosis: “Hemos vivido diversos momentos emocionantes durante estos meses; ninguno se puede comparar con el momento de la vacunación de los niños”.
Cálculos realizados evidencian que hoy deben estar vacunados ya con la primera dosis cerca de 2 millones de niños y adolescentes en todo el país. El hecho ha sido calificado de hazaña. Sobran razones.
La pionera
La provincia de Cienfuegos fue seleccionada para iniciar el proceso de vacunación pediátrica. Especialistas vinculados a la obtención y producción de la vacuna consideraron que este territorio cuenta con el suficiente personal de salud capacitado, una buena organización y durante varios años ha mantenido relaciones estrechas de trabajo con el IFV. Por lo tanto, no solo es pionera del país, sino igualmente del mundo.
Salvador Tamayo Muñiz, director de Salud Pública en este territorio, declaró a la prensa que el proceso tiene un significado muy importante para las familias: “La inoculación de toda la población pediátrica nos permite ir estrechando cada vez más el cerco epidémico. Hemos utilizado la experiencia que tenemos de campañas anteriores”.
Un recorrido por vacunatorios de la capital provincial posibilitó comprobar la organización predominante, la atención esmerada y cariñosa de los médicos, enfermeros y otros trabajadores que apoyan el proceso y, en especial, como ya afirmé, de los padres, quienes sienten ahora mayor seguridad en la protección de sus hijos.
En la Dirección Provincial de Salud pudo conocerse que más de 52 mil 70 niños y adolescentes cienfuegueros ya fueron vacunados en la primera etapa del programa. A su vez, fue aprobada la autorización para el ensayo clínico de la vacuna cubana Soberana Plus para 530 niños convalecientes de este territorio y de La Habana.
Aporta felicidad saber que los más pequeños de las familias llegarán a las aulas puntuales y también vacunados.