Federico Chiesa es el hombre del momento. El jugador de la Juventus es la nueva revolución de Europa. Sus actuaciones con la vecchia signora y también con la selección italiana le han llevado a codearse con los mejores delanteros del mundo. En Italia ya lo comparan con Mbappé.
Y hay una razón de peso, además de sus grandes actuaciones sobre los terrenos de juegos. A sus 23, su valor de mercado ha subido de los 70 millones de euros a superar los 100, rondando el precio del francés del PSG.
Pero no era la primera vez que se veía su potencial. Este verano fue uno de los causantes del éxito de la Azzurra en la Eurocopa. Chiesa fue un gran líder desbancando a los Berardi, Verratti, Immobile o Barela. Y colocándose a la altura de grandes veteranos como Chiellini o Bonucci.
«Siempre dije que tiene cualidades importantes, gestionó el balón de manera distinta, lo hizo mejor. Lo tiene todo para seguir creciendo», dijo Allegri hace tan solo unos días. Sabe que tiene futuro con Chiesa. Su nuevo galáctico.