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Real Madrid empata con Villareal y sigue de líder en la Liga Española.

Fiel a su trayectoria, el Villarreal conquistó unas tablas de prestigio (0-0) en casa del líder tras un extraordinario partido desde el punto de vista táctico. Fue superior en varias fases, especialmente la inicial, por su extraordinario manejo de la pelota. El Madrid sufrió, pero supo reponerse al desgaste, lució la seguridad de su triángulo de seguridad (Courtois, Alaba y Militao) y mantuvo la condición de invicto para blindar su liderato. En noches en que no se puede ganar, lo mejor es no perder.

El Villarreal frena en seco al líder. Foto: EFE.

Por tradición, el Villarreal suele ser un adversario complejo. Equipo Champions, acepta de buen grado la presión en defensa porque tiene futbolistas precisos para salir a uno o dos toques. Emery blindó el centro del campo con tres mediocentros, confió en sus hombres de banda, Yeremi y Danjuma, y con esa receta se impuso de inicio.

Fue superior al Madrid en la medular, muy estirado por culpa de las posesiones amarillas. El escenario menos conveniente para Modric en su vuelta al once. La mejor opción del primer tercio de partido corrió por cuenta del holandés Danjuma, que abusó de Valverde como falso lateral. Buscó el hueco entre el uruguayo y Militao, se fue en diagonal y cruzó un latigazo que sacó Courtois con su milagro de cada partido.

Con el partido equilibrado, Gil Manzano demostró que no entiende de colores. Lo mismo te encabrita al Wanda que te enciende una semana después al Bernabéu. El detonante fue una colada vertical de Nacho desde el lateral zurdo. Entró por el pasillo interior, salió trastabillado del primer quiebro y cayó en el área tras chocar con Albiol. Pareció falta, especialmente la primera, pero el extremeño dijo que nanai.

Insistió en que lo había visto clarísimo porque estaba a dos metros de la acción y exigió que se sacara rápido, ignorando al VAR. Nada que reprocharle en la amarilla a Vinicius a renglón seguido, que le mandó a paseo por pitar una falta. Correcto. Si le protestan con aspavientos, tarjeta. Como a Joao Félix. No prolongó ni un segundo de primer acto, y se fue al vestuario recogiendo una sonora bronca del respetable.

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