El batazo salió alto y largo. Ni los narradores de todas las transmisiones televisivas pensaron que se robara la cerca. Solo al ver desesperadamente correr al jardinero central taipeiano abrieron los ojos. El swing del avileño Yudiel González definió a la postre el partido y Cuba logró su primera victoria 2-1 ante el elenco asiático en el Campeonato Mundial Sub-23.
Como si el quinto inning fuera ahora el de la suerte en lugar del séptimo donde acaban por reglamento los partidos en este torneo, nuestra selección apostó todo al madero del hombre con mejor frecuencia de cuadrangulares en la pasada serie nacional (22.8), tras dos outs y un ponche infructuoso al pinareño Reinaldo Lazaga, quien llegó a la inicial tras no retener el receptor el último lanzamiento.
Del resto se encargó el poder de Yudiel y un relevo impresionante del zurdo Naykel Cruz, que tras el boleto al primer bateador y llenar las bases de asiáticos dio un recital de ponches al abanicar a cinco de los ocho bateadores que enfrentó.
Por supuesto, este triunfo llena de esperanzas a muchos para un avance a la Súper Ronda, pero hay muchas cosas que quizás usted no vio y la dirección de Eriel Sánchez seguramente sí y estará pensando desde ahora en cómo revertir, más allá de la alegría que libera tensiones, pero no garantiza irreversibilidad.
MORALEJAS DEL PARTIDO.
– El abridor derecho por Cuba, Jonathan Carbó, cumplió su rol, a pesar de soportar en el capítulo de apertura la única carrera taipeiana y de tener en el control su mayor deuda pendiente. Los cuatro boletos no tuvieron mayores consecuencias, pero es un mal que no se acaba de extirpar.
– La explosión, los impulsos y las ganas del éxito no deben llevar a cometer errores mentales como el robo de base por Geisel Cepeda en el segundo inning, con dos outs, corredores en primera y segunda, y bateando el quinto hombre de la alineación. ¿Con su velocidad no entraba igual desde segunda con una buena conexión? ¿Cuántas posibilidades reales se creaban si llegaba quieto a la antesala?
– La ofensiva nacional siguió tibia, pues cinco indiscutibles para dos anotaciones y repartidos en cuatro hombres: Cepeda, Guillermo García, Yudiel y Loidel Chapelli, todavía no ofrece confianza para la medalla que aspira ese equipo.
– Por cierto, Guillermo García comienza a confirmar que haber sido el jugador más valioso del play off en la pasada Serie Nacional fue solo el principio de la demostración del gran bateador que es. Ya suma tres hits en seis turnos para un fabuloso 500 de average.
– Parece imperioso mover la alineación. Chapelli puede avanzar a los primeros turnos y Yudiel se ganó subir también al quinto. Rangel Ramos debe bajar y concentrarse en lo que mejor saber hacer y va sentando buenas imágenes: fildear.
– Desde este domingo chocaremos contra los “clásicos” equipos más débiles: Alemania y República Checa, por ese orden, pero en la confianza puede estar el peligro. Dos sonrisas contra los dos europeos dejarían la escena lista para el desafío pendiente con Dominicana, que pudiera definir nuestro avance en este mundial sub 23, en el que Holanda ha sido el patito feo o la gran decepción con tres reveses en el Grupo B.