Isla de la Juventud diversifica e incrementa sus rebaños para garantizar los cinco kilogramos per cápita de proteína animal en la dieta mensual de los más de 83 mil residentes en el municipio especial, voluntad del Estado cubano.
En esa estrategia local sobresale el centro multiplicador caprino, actualmente con 150 animales, cuya cifra se extenderá a 200, a fin de garantizar el mejoramiento genético de la masa con las razas Alpina (lechera) y Nubia, de doble propósito, por ser además productora de carne y distinguida por su alta tasa reproductiva.
Además, en esa unidad agropecuaria se concluye una mini-industria para la elaboración de productos como queso y yogur que otorguen valor agregado a la comercialización de la leche, y destinados a satisfacer las necesidades no cubiertas, en el mercado oferta-demanda.
Aunque el viceprimer ministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca, en reciente visita al territorio, encomió los avances de ese enclave, quedan reservas que pudieran duplicar los resultados si aumentan las áreas de pastos y el número de reproductoras, así como el rigor en los procesos de selección para favorecer los rasgos productivos de los animales.
El cumplimiento de esos presupuestos estimularía la incorporación de otros productores a la crianza de cabras, quienes tendrían la oportunidad de comercializar, de forma directa, la carne de este tipo de ganado menor en la red minorista en CUP y MLC, una vez certificada la calidad e inocuidad del alimento.
Similar propósito tiene en el panorama local el centro multiplicador genético porcino de capa oscura, ubicado en la finca del campesino usufructuario Genito Delgado Arias, de donde han salido 382 ejemplares destinados al fomento de la crianza del cerdo criollo con excelentes posibilidades en manos de otros porcicultores.
También crece y se diversifica la avicultura con la presencia de pavos, gallinas rústicas y camperas, faisanes y codornices, tanto para la producción de huevos como de carne, y a ese empeño se suman las 26 bases productivas del territorio con sus respectivos módulos pecuarios, de cuya totalidad ocho funcionan, mientras el resto está en fase de concreción.
En esa apuesta por la soberanía alimentaria y la educación nutricional figura el fomento de la cunicultura, el cual se ajusta a condiciones de bioseguridad que garanticen la calidad, protección y salud de estos animales que se reproducen fácilmente y con posibilidad de obtener de cuatro a seis partos por año.
Esta realidad responde al objetivo de incrementar la producción de alimentos y satisfacer las demandas no cubiertas de productos agrícolas, y estimulada por 63 medidas que aprobó el Gobierno cubano en abril último. (Tomado de ACN)