Los presidentes y líderes de la mayoría de los 193 Estados de la Organización de Naciones Unidas se reúnen desde este lunes y hasta el próximo 27 de septiembre en Nueva York, para asistir al segmento de alto nivel del nuevo período de sesiones de la Asamblea General.
Después de una cumbre virtual en el 2020 por la pandemia del COVID-19, los líderes mundiales regresan a la sede de la ONU en Nueva York, con representantes de más de 100 países participando de forma presencial, mientras el resto lo hará de manera virtual.
La emergencia sanitaria marcará justamente la emergencia sanitaria, además del cambio climático, los dos temas que se espera dominen el debate, entre los variados asuntos que serán discutidos, entre ellos, la situación en Afganistán, el empeoramiento de los conflictos en Myanmar y la región de Tigray en Etiopía; así como el programa nuclear de Irán.
Antes del encuentro de hoy, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó que el mundo se encuentra en un momento crucial y debe cambiar de rumbo hacia un mundo más verde y seguro.
Para lograrlo, Guterres señaló la necesidad de apelar al multilateralismo, con una acción conjunta que revierta el fracaso global para enfrentar la emergencia sanitaria y garantizar que el 70 por ciento de la población mundial esté vacunada en la primera mitad del 2022.
Guterres comentó que la propia presencia de los mandatarios en la cumbre daría muestra de la desigualdad en la vacunación, pues bastaría fijarse en cuántos y cuáles países representados por sus diplomáticos esta semana en Nueva York, han avanzado en la inmunización de sus ciudadanos.
Ello demostrará cuán dramática es la desigualdad hoy en día en esa materia, a juicio del secretario general de la ONU; António Guterres, quien puso como ejemplo que de cinco mil 700 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus administradas en todo el mundo, solo el dos por ciento ha sido suministrado en África.
Entre tanto, el director del International Crisis Group de la ONU, Richard Gowan, opinó que «la reunión será no solo simbólica, sino también un espacio para demostrar que la cooperación importa», y para que los líderes de los países más pobres, esta también es una oportunidad única para hablar públicamente sobre las continuas variantes del COVID-19.
No obstante, analistas advirtieron que si bien la pandemia centrará el debate del inicio del nuevo período de sesiones de la ONU, queda por ver, como suele suceder, si las reuniones de alto nivel en Nueva York lograrán progresos en el terreno.
Otro tema crucial serán las acciones sobre el calentamiento global, que de acuerdo con los científicos está peligrosamente cerca de salirse de control, por lo que la ONU quiere utilizar la Asamblea General para presionar a los Gobiernos.
El organismo internacional buscaría así asegurar compromisos de cara a la conferencia 26 del clima, prevista el 31 de octubre en Glasgow, Escocia, cuyo objetivo es obtener una acción climática mucho más ambiciosa y fondos para ello por parte de todos los participantes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se reunirá este lunes en privado con unos cuarenta líderes para dar la señal de alarma sobre el Cambio Climático y para exigirles más ambición.
Entre tanto, la apertura del alto segmento del nuevo período de sesiones de la Asamblea General verá mañana la primera aparición de Joe Biden ante la ONU como presidente de Estados Unidos.
Analistas ya advirtieron que Biden podría utilizar su discurso como parte de su campaña antichina, al advertir sobre la supuesta amenaza de la creciente influencia del gigante asiático, especialmente en los planos militar y económico, en presentarlo como un país que desafía el orden mundial, basándose en las reglas, y al que, por tanto, no se le debe confiar el liderazgo del sistema internacional. (Tomado de Radio Rebelde)
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